Navarro, otro capitán histórico fulminado por el Barcelona
Antes del escolta, Solozábal, De la Fuente y Grimau se vieron obligados a dejar el club. Sus casos tienen similitudes al de La Bomba.
El momento de la retirada en activo de un jugador siempre es complicado y más si él considera que puede seguir siendo útil. Después del anuncio del Barcelona de que Juan Carlos Navarro no seguirá en las pistas, a pesar de que él quería continuar una temporada más, es momento de recordar que en la sección de baloncesto estas situaciones ya se habían dado con otros jugadores emblemáticos.
Nacho Solozábal: “No me voy yo, me echan”
Habrá que remontarse más de un cuarto de siglo para encontrar el primer caso similar: el 29 de abril de 1992 el club le comunicó la no renovación de su contrato al por entonces capitán, Nacho Solozábal, de 34 años. Solozábal había llegado al Barcelona en 1975 y, al igual que Navarro, debutó en el primer equipo con 17 años. Y desde los 21 fue siempre titular. "No me voy yo, me echan. He hecho lo posible y casi lo imposible por seguir en el Barcelona", declaró entonces. "Fue un momento muy difícil, porque yo esperaba continuar, pero el club decidió que no", apuntó el base.
El club le ofreció, además de la indemnización contemplada por no ejecutar la prórroga de su contrato, un nuevo contrato por tres años como gerente, un cargo de reciente creación, y una compensación de unos 25 millones de pesetas de entonces. Pero el jugador no aceptó porque su verdadera ilusión era acabar su vida profesional en el Barça: “No me interesaba si no era como jugador".
Tuvo varias ofertas para seguir de equipos como el Baskonia, por entonces Tau, el Manresa o el Andorra y en un principio pensó en seguir jugando pero después desistió: “Reflexioné y vi que era mejor acabar en el club de toda mi carrera y dar un giro a mi vida".
Su salida se produjo, además, después de una temporada en que había sido, después de Epi, el segundo jugador más utilizado por Bozidar Maljkovic y Manolo Flores. El club tardó más de catorce años en hacerle justicia hasta que el 8 de octubre del 2006 en el Palau Blaugrana se le rindió el homenaje que merecía y se retiró su camiseta con el número 7.
En sus dos decenios como jugador barcelonista, Solozábal consiguió seis Ligas, nueve Copas, una Copa Príncipe de Asturias, una Supercopa, siete Ligas Catalanas, dos Recopas y una Copa Korac. Con la selección española jugó 142 partidos y ganó la plata en el Europeo'83 y en los Juegos Olímpicos de 1984.
Rodrigo de la Fuente, una escueta nota de prensa
Quince años más tarde, el 29 de junio de 2007 y con una escueta nota de prensa, el club comunicó que el también capitán por entonces, el alero internacional Rodrigo de la Fuente, no seguiría formando parte de la plantilla la siguiente temporada.
De la Fuente, de 31 años, había llegado al Barcelona a mediados de la temporada 1997-98 y durante sus diez campañas en el club logró un Euroliga (2003), cuatro Ligas ACB, una Copa Korac, tres Copas del Rey y una Supercopa de España.
El jugador aceptó con caballerosidad la situación y tras su salida del Barcelona jugó en la los equipos italianos de la Benetton Treviso, Virtus Roma y Teramo Basket antes de volver a España en la temporada 2011-2012 para jugar en el club donde se formó, un Estudiantes donde se retiraría como jugador en el verano de 2013.
En octubre de 2015 volvía al Barcelona como segundo de Joan Creus, entonces director general de la sección de baloncesto, al que relevó en junio de 2016. El fracaso del proyecto Bartzokas le pasó factura y en el verano de 2017 se le relegó del cargo, que pasó a ocupar nacho Rodríguez, su actual inquilino. Y De la Fuente fue desapareciendo gradualmente del organigrama de la sección.
Roger Grimau: “Me voy vacío y muy triste”
Cuatro años después, el 1 de julio 2011, se le comunicó de nuevo a un capitán, esta vez Roger Grimau, que no se le renovaría para la siguiente temporada. "Me voy vacío y muy triste, como si me hubieran arrancado algo de dentro. Pero también muy orgulloso por todo lo que he hecho aquí”, indicó entonces el escolta de Sants.
A sus 32 años, y tras ocho temporadas en el club, se mostró decepcionado: "Tenía esperanzas de seguir, al menos un año más, me veía con capacidad de hacerlo", dijo en la rueda de prensa de despedida, visiblemente emocionado. Una Euroliga, 3 ligas ACB, 3 Copas del Rey y tres Supercopas ACB quedaban atrás con él. Posteriormente, jugaría en Bilbao y Manresa hasta su retirada en julio de 2015.
Podría haber más nombres en la lista. Algunos como Epi o Andrés Jiménez tuvieron finales más felices en el club, aunque también habría que hablar de la tormentosa salida de Sarunas Jasikevicius o los doce años que se tardó en realizar un homenaje al mítico Audie Norris, el pívot más carismático de la historia del club. Durante seis temporadas (1987-1993) marcó un hito en la sección. Ganó tres Ligas ACB y dos Copas del Rey. Tuvo que esperar hasta el 28 de marzo de 2015 para que se le brindase el merecido homenaje en el Palau Blaugrana.
Dicen que el sentido común es el menos común de los sentidos y eso parece en muchas ocasiones con la sección de baloncesto del Barcelona, a la deriva desde hace varias temporadas. El caso de Navarro parece una muestra de ello. Afortunadamente, los deportistas parecen ser los únicos que demuestran fair play dentro y fuera de las pistas.