LeBron James comenzará en octubre la 16ª temporada de su carrera, la primera con Los Angeles Lakers tras once en Cleveland Cavaliers, en dos etapas (siete y cuatro), y cuatro en Miami Heat. Lo hará camino de los 34 años y con nuevos objetivos después de luchar por el anillo los últimos ocho años de su vida: este curso no habrá noveno viaje a las Finales de la NBA para el Rey. Otros ocuparán su puesto y él descansará unas piernas que han jugado 763 partidos y 29.151 minutos en ese lapso: nadie en la Liga norteamericana ha estado tanto tiempo sobre la cancha. El siguiente en la lista, James Harden, ha disputado 227 encuentros (536) 4.122 minutos (25.029) menos.

El alero, aunque lo niegue públicamente, sabe donde está. Ahora mismo es el principal cimiento para la ya muy larga reconstrucción de los Lakers, que no han llegado a los Playoffs en las últimas cinco temporadas, el peor registro para una franquicia legendaria con 16 banderines en 60 apariciones en las rondas por el título. Por ese motivo, el primer paso, el plan debe ser volver a estar entre los ocho mejores equipos de la Conferencia Oeste y ayudar al crecimiento de un grupo muy joven, pero con un potencial envidiable. "Me encantan los jóvenes que tenemos y me gustaba el reto de ayudar a los Lakers a recuperar un estatus que no han tenido desde hace varios años", dijo James en una entrevista concedida a Rachel Nichols (ESPN) con motivo de la inauguración de su escuela pública (I Promise) en Akron, Ohio, su ciudad natal.

Pero al margen del colectivo, LeBron tiene delante de él un reto mayúsculo para grabar con aún más fuerza su nombre en la historia del baloncesto mundial: convertirse en el máximo anotador de siempre en la NBA, un honor que posee Kareem Abdul-Jabbar desde el 5 de abril de 1984 cuando en Utah superó los 31.419 puntos de Wilt Chamberlain. El mito laker finalizaría su carrera con 38.387 en 20 temporadas en la élite. Nadie ha logrado pelearle ese récord... ni un poco.

Nadie ha vuelto a superar la barrera de los 38.000 tantos. La de los 37.000 también ha permanecido inexpugnable. Solo Karl Malone rompió la de los 36.000 con 36.928 puntos en 19 campañas como pívot de los Utah Jazz. Tampoco Kobe Bryant (33.643) y Michael Jordan (33.292) pudieron retar a Abdul-Jabbar en una carrera que tiene en LeBron un nuevo competidor. Y el corredor de Akron parece no tener reparos en escalar una montaña que puede ser suya en 267 partidos; en temporadas, cuatro.

LeBron y la temporada 2021-22

El cuatro veces MVP de la temporada ha anotado un total de 31.038 tantos hasta la fecha. Eso son 2.069 por temporada y 27,2 por encuentro de promedio. Con esas medias superaría al señor del Sky Hook con 19 cursos a su espalda y casi 40.000 tantos (39.959) en la temporada de 2021-22 con 38 años, la última con los Lakers con los que firmó este verano por cuatro campañas, la última opcional (si él quiere continuará en el equipo). Una proyección que depende en gran medida de que su ritmo no decaiga. Que no comience su decadencia. Una idea difícil de asimilar si atendemos a lo visto la pasada campaña: disputó 104 partidos y 3.947 minutos sumando Regular Season y Playoffs, máximos en la 2017-18.

Y si no lo logra en 2022, podría coronarse como máximo artillero al año siguiente, con 39 y cuando su hijo mayor, Bronny, debute en la NBA. Incluso podría compartir el mismo vestuario, siempre y cuando se elimine la norma one and done, que obliga a todos los jóvenes aspirantes a ser parte de la mejor liga del mundo a pasar al menos un año en la universidad. Ahora, y con solo 13 años (cumplirá 14 en octubre), el primogénito de LJ, comenzará una nueva etapa baloncestística en la escuela Crossroads de Santa Mónica (California) tras conquistar campeón nacional de Estados Unidos de su categoría (séptimo grado, 2º ESO) con sus también muy prometedores compañeros del North Coast Blue Chips de Ohio.  

*Los datos para la elaboración de este artículo han sido extraídos de Basketball Reference.