Doncic, para As: "Pablo Laso es un padre deportivo para mí"
El esloveno, embajador del NBA 2K19 asegura que hasta dos minutos antes no sabía que iba a ser elegido en el 3 y traspasado a los Mavericks.
Luka Doncic (Liubliana, 28 de febrero de 1999) dará el salto a la NBA la próxima temporada después de haber ganado todo en Europa tanto con el Real Madrid como con Eslovenia. El base aún no ha debutado siquiera en la mejor Liga del mundo, pero con 19 años ya ha sido nombrado embajador del NBA 2K19 en el 20 aniversario del popular videojuego. Con ese motivo, Wonder Boy atendió a As para repasar su trayectoria en el Madrid y analizar su desembarco en la NBA.
Ni ha debutado en la NBA y ya es embajador del NBA 2K...
Es algo increíble. Cuando me llamaron para comunicármelo me puse muy feliz. Para mí es algo muy especial.
¿Y para cuándo le veremos protagonizando la portada del juego?
No sé cuándo. No es fácil decirlo. Pero sí que espero ser portada algún año, claro.
¿Ha tenido tiempo para asimilar todo lo bueno que le ha ocurrido en la última temporada?
Ha sido un año de ensueño. Ganar casi todos los títulos en un año es muy especial. Ahora en verano sí que he tenido unos días de descanso y he podido pensar un poco más en todo lo vivido. Aunque no soy mucho de darle vueltas o hablar conmigo mismo. Ojalá pueda repetir alguna vez un curso así.
Y tus ya excompañeros...
(Ríe) He recibido muchos consejos, sobre todo de los más veteranos. Aunque no en los últimos días, sino durante todos estos años. Sin ellos no podría ser lo que soy.
¿Qué ha significado Pablo Laso en la carrera de Luka Doncic?
Muchísimo. Si digo que mis compañeros tienen buena parte de culpa en el jugador que ahora soy, Pablo no podría ser menos. No todos entrenadores tienen su carácter para poner en la pista a un niño de 15 o 16 años. Podría decir que le veo como a un padre deportivo. Este verano he seguido hablando con él. Estaremos siempre en contacto tanto si él como yo necesitamos algo.
Entonces, si requiere ayuda o algún consejo de Laso la puerta va a estar abierta...
¡Sí, por supuesto!
En el último año especialmente tuvo que soportar una enorme expectación y mucha presión sobre su futuro. ¿Cómo consiguió manejar esta situación para que no afectara a su rendimiento en la pista?
Es difícil. Pero yo he vivido con presión desde los 15 años. Estoy acostumbrado a ella. Sé que siempre la habrá, pero no me da miedo la presión.
Y luego llegó el draft y su elección como número 3. ¿Cómo recuerda esa noche?
Como un sueño. Fue una noche única que siempre recordaré. Escuchar mi nombre y tener que subir al escenario ante todo el mundo es algo que nunca se me va olvidar.
¿Cuándo se enteró de que iba a salir en el número 3 e iba a ser traspasado a los Mavericks?
Lo supe un par de minutos antes de que se anunciara. No pudo acordarme de lo que pensé entonces. Se me pasaron muchísimas cosas por la cabeza en ese instante. No sabía siquiera dónde estaba. (Ríe) ¡Fue una gran noche!
¿Más nervios que en una final del Eurobasket o de la Euroliga?
Es distinto. Sabes que te van a elegir, pero no en qué puesto. No es la misma situación.
A la mayoría de rookies, sobre todo a los extranjeros, les cuesta adaptarse a tantos cambios cuando llegan a la NBA. Una situación que usted ya experimentó cuando abandonó Eslovenia con 13 años para instalarse en Madrid.
Aunque sea para jugar al baloncesto, siempre cuesta cambiar de sitio en el que vives. Se requieren unos meses para adaptarte.
Una vez que aterriza en Dallas, ¿qué le piden su nuevo entrenador Rick Carlisle y la franquicia?
Todos queremos lo mejor para el equipo, pero lo que me dijeron queda entre nosotros, no puedo decirlo. Sí puedo contarle que desde entonces hablo muy a menudo con mi entrenador.
Y personalmente, ¿qué retos se plantea para esta primera temporada?
Lo primero es pensar en el equipo, nos gustaría jugar ya los playoffs. Individualmente me gustaría jugar bien y cumplir con las cosas que el entrenador me va a pedir. Pero insisto, yo estaré para lo que el equipo necesite de mí. Eso es lo más importante.
Trate de olvidar las exigencias colectivas. ¿Dónde se ve usted?
Me siento más liberado con el balón en la mano y creando situaciones de anotación para mis compañeros. Me gusta mucho jugar el pick&roll (bloqueo directo). En la NBA es más fácil hacerlo por los espacios que hay. Ahí me encuentro cómodo.
¿Qué supone para un europeo compartir vestuario con Dirk Nowitzki en su 21ª temporada?
Es fantástico tener a un jugador como Dirk de compañero. Hable con él, pero aún no me hizo muchas bromas. Veremos en septiembre... (Ríe). ¡Es increíble que sea un mentor para mí!
Desembarca en la NBA justo cuando se cumplen 25 años del fallecimiento de Petrovic.
Siempre es bonito que te comparen con un jugadorazo como fue Drazen. No puedo negar que sea especial para mí, aunque siempre digo lo mismo: cada jugador es quién es y yo soy Luka.
¿Es consciente de que cada comentario o movimiento que hace se transforma en noticia?
No leo los periódicos ni miro las redes sociales. Simplemente subo mis fotos y veo las que suben ellos o la gente a la que sigo. Trato de olvidarme y seguir con mi vida.
Eso dicen casi todos los jugadores, pero luego aparecen noticias como las cuentas secretas que utilizaba Durant en Twitter para defenderse de las críticas.
Yo no he hecho eso. Hay gente que dice muchas cosas buenas y otras personas que dicen cosas malas de ti. Yo intento pasar de esas cosas.
¿A qué jugador le hace más especial enfrentarse?
A LeBron James. Siempre me he fijado mucho en él.
Ya empieza a conocer lo que es el trash talking en Estados Unidos. Antes del draft, Charles Barkley comentó que los jugadores a los que se he enfrentado no tienen nivel...
Dice eso porque no conoce el baloncesto europeo. Que diga lo que quiera. Como he dicho, yo no presto atención a esas cuestiones.
De aquí a cinco años, ¿qué le gustaría a Doncic haber conseguido en la NBA?
Ser campeón de la NBA. Sería otro sueño cumplido.