Los Sixers tenían esperanzas de culminar su cacareado Proceso con la llegada de LeBron James a la franquicia. Un sueño del que despertaron abruptamente en la madrugada española de este lunes cuando conocieron que el cuatro veces MVP de la NBA dejaba por primera vez en su carrera la Conferencia Este, su coto privado durante las últimas ocho temporadas, para enrolarse en unos Lakers que con él, vuelven a ser tan glamurosos como en sus mejores días. Horas después del varapalo, Philadelphia ha reaccionado con la renovación de JJ Redick.  

Tal y como adelanta Adrian Wojnarowski (ESPN), el escolta de 34 años amplia su continuidad por una temporada a cambio de un salario entre la horquilla entre los 12 y 13 millones de dólares. Una cantidad bastante inferior a los 23 millones anuales por los que firmó el pasado verano tras abandonar los Clippers. Con esta operación, los Sixers consiguen a su vez contar con más de 15 millones disponibles hasta llegar al límite salarial (esta campaña será de 101,81 millones). Dinero que emplearán en seguir mejorando la plantilla para competir en un Este más abierto que nunca con la mudanza de LeBron a Los Ángeles.

Además, la marcha de Ilyasova a los Bucks y de Belinelli a los Spurs —dos jugadores muy importantes en el crecimiento experimentado por los de Brown en la segunda mitad del pasado curso— obligaba prácticamente a retener a Redick, el único tirador puro en su roster a día de hoy.