CLEVELAND CAVALIERS

LeBron James y la fatiga: 98 partidos y 3.674 minutos

El alero de los Cleveland Cavaliers mostró síntomas de cansancio en el quinto partido contra los Celtics. Acabó con calambres en el séptimo ante Indiana.

LeBron James, durante el quinto partido ante los Boston Celtics.
Maddie Meyer
José Ignacio Pinilla
Licenciado en Periodismo por la Complutense, comenzó en AS en maquetación en 2010. Tras su paso por fútbol, se unió en 2014 a baloncesto. Ha cubierto en directo la Supercopa de 2020, las Copas de 2020 y 2021 y partidos de España de las Ventanas. También el Eurobasket femenino de 2023. Escribió sobre la pandemia de la COVID en el confinamiento.
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La versión que ha mostrado LeBron James durante estos playoffs es superlativa. Es innegable y poco debatible que el alero es la única razón por la que los Cleveland Cavaliers están en la final de Conferencia. Gracias a su cabezonería, el equipo superó el campo minado que fueron los siete partidos contra Indiana Pacers y se paseó frente a Toronto Raptors. Y, ahora, en el último asalto del Este, solo él es el responsable de que los Cavs hayan forzado un quinto duelo en el que James dijo basta.

En el TD Garden, James se mostró cansado y acabó fulminado. Algo que no es del todo nuevo: finalizó el séptimo contra los Pacers “quemado. “Estoy muy cansado. No pienso para nada en Toronto, lo único que quiero es irme a casa”, dijo al pasar. Su cuerpo de 33 años lleva un castigo que ni su mantenimiento extremo le salva. LeBron se gasta más de un millón de dólares en su cuerpo. Chefs, masajistas y entrenadores personales, además de bañeras de agua fría y caliente, tratamiento con nitrógeno líquido y un gimnasio personal idéntico al que tienen los Cavaliers son las claves para que este año lo haya jugado todo durante la Regular Season… junto al respeto casi irreal que tienen con él las lesiones.

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También ha estado en los 16 encuentros de playoffs para un total de 98 este año. Está a solo dos de su máximo de la temporada, los 100 de su primer curso con los Miami Heat en la 2010-11 cuando contaba con 26 años. En esa temporada disputó 3.985 minutos. Siete años después está en 3.674, 648 en esta postemporada: nadie ha jugado tanto como él (NBA Stats). Rozier, el segundo, ha estado en cancha 620. Tatum y Al Horford, 602 y 601, respectivamente. Nadie más ha superado los 600.

El peso del Rey en los Cavaliers ha ido en ascenso desde que regresó en 2014. A su vuelta jugó 3.337 minutos y en su segundo curso (el del anillo), 3.530. En el pasado fueron 3.538… con dos partidos menos en las Finales. Además, su potencial ofensivo está en su cima con 40 o más puntos en seis partidos. Si unimos las tres temporadas anteriores, alcanzó esos guarismos en siete ocasiones. Un suma y sigue constante que hace mella en su cuerpo. Y el columpio ya no para: mañana disputa el sexto. Aunque él niega la mayor. "Tuve mis momentos", dijo James cuando se le preguntó si estaba cansado tras la dura defensa a la que le está sometiendo Boston. "Creo que todo el mundo en este punto está cansado o agotado, pero estoy bien. No mencioné la fatiga, los medio sí lo hicieron". El hombre de hierro, entre la espada y la pared.

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