El que habla no es uno más, es un bilbaíno de pura cepa. No del mismo centro, de esos que se afeitan sin espuma como un Vidorreta que creció en Indautxu, pero casi. Vio crecer el club de su ciudad desde las profundidades de LEB-2, una categoría rebautizada ahora como LEB Plata. Javi Salgado es la bandera de Miribilla; le retiraron la camiseta incluso. Y la volvió a coger para defender con sangre el escudo que ve ahora peligrar. El del Bilbao Basket. Hoy ha lanzado a quien corresponda una señal de socorro tan desesperada como rotunda. Si en Bizkaia hay tanta sensibilidad con la gente del entorno, la que se lo ha currado con humildad, seguro que alguien recoge el mensaje: "No lo es que lo exija yo, lo exige la afición, demanda que haya baloncesto. Hablando o negociando se puede solucionar todo, como cualquier tipo de problema. Solo hace falta que las partes implicadas intenten hacer algo por mantener al equipo en ACB, en LEB o donde sea. Si a una mala situación económica cada vez se nos asfixia más y hay menos ayudas, es normal que al final pasen cosas como estas".

Y sigue el veterano jugador con un discurso que tenía muy dentro y estaba deseando expulsar: "Los dirigentes se tienen que plantear si quieren baloncesto de máximo nivel en Bilbao o quieren dejar morir un proyecto que está superafianzado entre la ciudadanía y tiene mucha repercusión en jugadores jóvenes y chavales de cantera, etc, y más ahora que el club está iniciando una transformación hacia trabajar mucho más con la base y meter esos valores del baloncesto desde muy pequeñitos a los niños. Las instituciones se tienen que sentar y decir: esto es un activo, un valor positivo para la ciudad y la provincia o no, si la respuesta es que sí, deberían hacer algo para que esto que puede ser un descenso deportivo que ha pasado a muchos equipos no signifique la desaparición de una entidad de casi 20 años que se ha demostrado que tiene mucho tirón".

Admitió que no tendría problema de ponerse la camiseta del RETAbet en la LEB, ya lo ha hecho en otra ocasión y también en la categoría inferior. "Estaría encantado de vestirla en la LEB, sería un orgullo". Y lanza un agradecimiento a la gente, que nunca falla (van 200 a Burgos al funeral en el que no hay nada en juego): "Es una muestra de apoyo más: que con nada en juego llenan dos autobuses y se vienen hasta Burgos... ya lo hicieron en Santiago. Es algo increíble. Los únicos que no han fallado han sido ellos; el resto, todos hemos hecho peor nuestro trabajo de lo que deberíamos y hay que asumir que son a día de hoy nuestro mayor valor, los nueve, diez mil que vienen cada día y los que nos siguen desde diferentes medios".

Lógicamente la gente está tocada para el jueves: "Es duro porque clasificatoriamente no te juegas nada pero por respeto a la afición y el escudo intentaremos ir a Burgos a ganar, aunque la tensión competitiva no es la misma. Ellos tras su estreno en ACB lo van a vivir como una fiesta y nosotros trataremos de acabar con buenas sensaciones". Entiende Salgado que "todos los movimientos que ha intentado el club no nos han salido bien, de jugadores y entrenadores" y partidos que eran vitales se han escapado por punzadas de desgracia: "Hay que asumirlo. Lo mejor es centrarse en la rutina, el trabajo diario y a partir de ahí, no pensar en la situación general porque se hace más difícil poner el foco en el trabajo diario. Hay cosas que no están en nuestra mano y veremos qué pasa", prosigue el base bilbaíno. Eso es lo peor, que nadie sabe qué va a ocurrir "y se va a hacer un verano largo".