El Fuenla sigue en caída libre: el campeón también le derrota

El Valencia Basket se impuso al Montakit Fuenlabrada por 61-73 y sumó su 21ª victoria en 31 jornadas, lo que le permite mantenerse en la pelea por la segunda plaza de la liga regular, así como ahondó en la depresión del conjunto local, que lleva ocho derrotas consecutivas.

El vigente campeón de la Liga Endesa, impulsado por sus interiores, el montenegrino Bojan Dubljevic (12 puntos y 5 rebotes) y el estadounidense Will Thomas (11 y 6), y con fogonazos de calidad del escolta estadounidense Erick Green (13) y la dirección del belga Sam Van Rossom (9) decidió el partido en el tercer cuarto (46-56).

De poco sirvió el intento de reacción del Fuenlabrada en ese tercer parcial, de la mano de sus dos mejores hombres este mediodía: el mexicano Pako Cruz (11 puntos y 5 asistencias) y el congoleño Christian Eyenga, que aportó 12 tantos en su regreso de una lesión.

El conjunto madrileño sigue sin levantar cabeza y ya son ocho derrotas consecutivas, lo que le pone más complicada la pelea por los puestos que dan acceso al 'playoff', a una victoria que podrían ser dos si hoy gana el Iberostar Tenerife al Movistar Estudiantes.

Por su parte, el Valencia se hizo con un triunfo de oficio que le permite seguir aspirando a adelantar a Baskonia o Barcelona, ambos a una victoria, y sobreponiéndose a la baja de Rafa Martínez, que se sumó a las de Antoine Diot, Guillem Vives, Fernando San Emeterio, Latavious Williams y Tibor Pleiss, aunque hoy estrenó en su rotación al pívot croata Ivan Buva, recién incorporado.

El Valencia ahonda en la crisis del Fuenla

Dubljevic y Thomas marcaron el partido desde el inicio, respondidos por un sorprendente -por lo acertado- Olaseni para los locales (11 puntos para él este domingo), en un inicio con poco ritmo y plagado de imprecisiones, como dejaba patente el 10-10 que cerró el primer cuarto: 11 pérdidas de balón entre los dos equipos y ninguno por encima del 50% de acierto en tiros de campo.

El croata Marko Popovic -exvalencianista en su primera experiencia en la ACB en 2003, jugando hoy con el dedo meñique de su mano izquierda vendado por una fractura- se encargó de romper el flojo balance exterior de los locales (solo un intento fallido en el primer parcial) con un triple nada más iniciarse el segundo cuarto, que secundó su equipo con buenas defensas para el 17-11 (min. 14).

El vigente campeón de la Liga Endesa pidió tiempo muerto y recondujo la situación por la vía rápida: dos triples seguidos de Van Rossom y Joan Sastre, mientras el público local protestaba varias decisiones arbitrales.

Popovic y Dubljevic continuaron la racha triplista, pero en los minutos previos al descanso dominaron los interiores valencianistas, especialmente Will Thomas que percutía y sacaba faltas pero también el joven islandés Tryggvi Hlinason. Un triple con carambola del estadounidense Aaron Doornekamp dejó un 26-32 al descanso.

El Valencia salió del vestuario con la intención de aumentar la distancia, pero se encontró con Cruz y Eyenga, dispuestos a responder con penetraciones y triples a la variedad de recursos del equipo de Txus Vidorreta, que lo mismo tiraba de sus interiores que de la velocidad de Van Rossom.

De la mano de sus aleros, el 'Fuenla' llegó a ponerse a un punto (41-42, min. 25), pero las precipitaciones en sus siguientes ataques y las réplicas de Green junto a un triple de Sergi García volvieron a poner el partido de cara para el conjunto taronja (43-51, min. 28), que cerró el cuarto diez puntos por encima (46-56).

No parecía el equipo valencianista dispuesto a soltar la presa, más con las canastas de Green, Abalde y Thomas nada más iniciarse el último parcial que elevaban su renta a 16 tantos (46-62), la máxima hasta el momento ante un Fuenlabrada que veía como el partido se alejaba de forma definitiva.

El duelo acabó en un 61-76 que permite seguir sumando a los visitantes y mantiene la mala racha de los locales, a los que les restan dos partidos fuera de casa (Joventut y Zaragoza) y uno a domicilio (Gipuzkoa) para intentar remontar este duro final de temporada.