RAPTORS 110 - CAVS 128 (0-2)

El monstruo LeBron destruye Toronto con un 43+14 histórico

Baloncesto simple y el mejor LeBron James. Los Cavaliers colocaron un 2-0 que parece definitivo antes de volver a Cleveland.

0

El monstruo se ha comido a los Raptors. Otra vez. Podríamos bautizar la noche del tres de mayo en Toronto como la noche del fade away. Lo que vivimos ayer fue un nuevo capítulo histórico de la carrera de LeBron. Un LeBron que, por cierto, de seguir a este ritmo va a necesitar más tomos que una enciclopedia solo para contar hitos y hazañas.

Los Raptors salieron bien, recuperados de un primer partido en el que un cielo sin nubes durante tres cuartos se transformó en la tormenta del siglo en el último... Lowry metía los tiros, Valanciunas volvía a hacer daño y los Cavs no podían aguantar los constantes ataques a su pintura (recibieron 20 puntos solo en el primer cuarto). También funcionó el banquillo, que Lue contrarresta con LeBron (entiende las limitaciones de su plantilla y los peligros de la que tiene enfrente). Pero un par de triples de Jeff Green (otra vez clave en el segundo cuarto), el calentamiento del monstruo y un parcial de 13-2 para cerrar y el partido estaba en un puño al descanso (63-61 Toronto). Problemas...

0-8 de salida, 5-18 después y 7-26 Cleveland entre el final del segundo y el inicio del tercero. El partido había cambiado por completo. LeBron lanzaba los puños al aire, a lo Rocky. Acababa de empezar el espectáculo.

La sensación de control fue única. James repartió juego, entendió la defensa rival y encontró las soluciones fáciles siempre que se le planteó una disyuntiva. Sin aspavientos, sin florituras. Simplemente buscando el emparejamiento favorable. Ventajas en el poste (qué partido de Kevin Love...), en los cortes, tras dos contra uno, en el segundo pase (hockey assist)... Un escándalo. Y después, con los Raptors justo donde quería, se limitó a dejar pasar segundos y a lanzar una serie de fade aways (lanzamientos a la media vuelta tras paso atrás) que, como digo, podrían dar nombre a partir de ahora a la noche del tres de mayo en Toronto. Hablamos de ese nivel.

En las onomatopeyas tras cada intento de LeBron murió el partido, y puede que la serie. Con unos Raptors maniatados por el monstruo que domina desde hace casi ocho años sin fisuras la conferencia este.

Love se quitó la careta, volvió al poste cuando los Raptors buscaron ritmo en los quintetos pequeños y destrozó a Casey en cada emparejamiento favorable (31 puntos, 11 rebotes). Recordó por momentos a aquel jugador que levantaba pasiones en Minnesota... Dos triples de JR, cuatro de Green, buenas carreras bajo control de George Hill y solo tres pérdidas de equipo en un partido que ya es otro bocado de LeBron James: los 43 puntos (19/28 en los tiros) y 14 asistencias del monstruo son el primer 40+14 de la historia de los playoffs, según los datos de Elias Sports Bureau. Y los ocho rebotes y el único balón perdido, más pruebas de su absoluto control de la situación. Qué noche, LeBron.