En una NBA en la que se ha batido durante siete temporadas seguidas el récord de triples totales, los Sixers han dado un paso más allá en sus métodos de entrenamiento y han introducido una línea de cuatro puntos, casi como la mítica respuesta de Antoine Walker, al que le preguntaron que por qué tiraban tanto desde más allá de la línea de tres y contestó que porque “no hay línea de cuatro”.

Este nuevo método lo recoge un artículo de Ben Cohen publicado el lunes en The Wall Street Journal: la línea de cuatro puntos está un metro y medio por detrás de la del triple convencional, a unos 8,8 de la canasta. Brett Brown, el técnico del equipo, explica que la idea trata de potenciar la forma de jugar de la franquicia: velocidad, muchos pases y mucho tiro exterior. Y todo a pesar de que Ben Simmons, su gran estrella junto a Joel Embiid, no ha anotado un triple en toda la temporada: “Cuando miras los ataques modernos, ves que tienes que abrir la pista, tirar de tres, generar espacios”. Y esa es la clave de esa línea de cuatro: “Que los espacios sean mayores, abrir la pista todavía más”.

Los Sixers basan su ataque en Simmons y Embiid, un pívot con muy buena muñeca, bien rodeados por JJ Redick (42% en triples esta temporada), Saric (39%) y Covington (37%), uno de los mejores aleros defensivos de la NBA. Además, antes del cierre de mercado llegaron Belinelli (39%) e Ilyasova (36%). La línea de cuatro puntos ni siquiera da ese valor real a los tiros en la mayoría de los partidillos, pero es una forma de recordar a los jugadores que tienen que abrir la pista lo máximo posible siempre en las acciones de ataque.