REAL MADRID 78- MONBUS OBRADOIRO 65
Carroll afina puntería (22) y el Madrid ya está en el playoff
Los blancos lograron matemáticamente su clasificación para las eliminatorias a falta todavía de ocho jornadas. Carroll hizo 4 de 5 en triples. El Obradoiro no se entregó.
El Madrid abrió la sesión intensiva ACB de tres partidos en siete días con un triunfo cómodo sin percances físicos ante el Monbus Obradoiro y 22 puntos de Carroll (4 de 5 de tres), lo que le clasifica matemáticamente para el playoff. Y le acerca a la vez al primer puesto final (cuatro triunfos de ventaja a falta de ocho jornadas) y a un playoff de la Euroliga que asoma ya en el horizonte a nueves días vista. Triple jornada liguera que encaraba con poco que ganar y no mucho que perder. Y ahí firma también el Obradoiro, en tierra de nadie, lo que ya es mucho.
La ventaja blanca es muy amplia y solo un descalabro continuado podría dejarle sin la primera plaza. Así, con cierta distensión, afrontó el primer asalto de los tres seguidos. Se notó de salida, mucho tiro exterior y poca circulación efectiva de balón (cinco pérdidas entonces); sin acordarse de los pívots, fallando alguna bandeja de más y sufriendo atrás, Taylor con Matt Thomas y Doncic con Bendzius. También Pustovyi (2,18 m) hacía daño a Tavares (2,20) en el rebote, siete bajo la canasta local agarró el Obra en el primer cuarto (diez al descanso).
En el minuto 7, el equipo gallego navegaba diez arriba (8-18) y el tiempo muerto era obligado. Radoncic había sustituido a Randolph, Pepe Pozas se lesionó y el Madrid cambió el gesto. Carroll entraba en ebullición (dos triples) y un 11-0 puso a los suyos por delante para cerrar el primer acto. Luego, ya en el segundo, el parcial se estiró hasta un 15-0 con dos canastas de Randle en menos de cinco segundos, robo incluido. Se le nota cierto aprendizaje acelerado en la lectura del juego, de la que no se puede prescindir mientras falte Campazzo. La pareja Reyes-Ayón funcionaba (el mexicano está de vuelta en la plaza de Thompkins) y Yusta secaba al cañonero Thomas.
Tavares bate a Pustovyi
El Obradoiro, pese a todo, era capaz de sujetar el duelo, de mantenerlo en un perfil bajo de anotación para que el líder no le descabalgara: 40-32. Lo que sí sucedió en el tercer cuarto, cuando Tavares marcó territorio en la pugna de torres con Pustovyi y el Real se deshizo de las bridas. Llegaron las carreras, apareció Randolph y las penetraciones con pase al tirador liberado, también llegó Carroll, más Carroll, ahora un triple luego dos bombitas a una pierna… El partido se quebró por completo (60-39) y los de Moncho Fernández (entre él y Laso suman 15 temporadas seguidas en sus clubes) tuvieron el mérito de no hundirse, de intentar volver: 71-61. Incluso Doncic regresó al parqué, con números de escaparate, como siempre (23 de valoración), para atajar el amago de susto. La matinal se cerró sin más, alejada de la exhibición de los 36 triples conjuntos de la ida, récord histórico de la Liga. Esta vez fueron 15. Al Madrid le sobró para arrancar una hoja más del calendario.