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RAPTORS 96 - CELTICS 78

Toronto doblega a Boston y roza el primer liderato de su historia

La defensa y el banquillo, claves en la victoria de los Raptors. Las pérdidas mataron a los Celtics, que se quedan a 3 partidos del primer puesto del Este.

Serge Ibaka defiende a Al Horford.
Serge Ibaka defiende a Al Horford.WARREN TODAEFE

A falta de 4 partidos para echar el cierre a la liga regular 2017-18, los Toronto Raptors rozan el primer liderato en el Este de su historia. El triunfo inapelable triunfo ante los Celtics (96-78) esta madrugada supone un paso de gigante en las aspiraciones de los canadienses, quienes ya han igualado su récord de triunfos en una temporada (56). Y lo han hecho dejando a Boston con su peor anotación del curso (no anotaban tan pocos puntos desde los 72 que sumaron ante los Hawks en el segundo partido de la primera ronda de los playoffs 2016). Con el cara a cara igualado entre ambos (2-2), los de Dwane Casey tienen 3 partidos de ventaja sobre sobre unos Celtics abocados al segundo puesto. La única buena noticia para ellos esta madrugada se la dieron los Sixers: con su duodécimo triunfo consecutivo igualan a los Cavaliers (48-30) en la tercera posición de la Conferencia.

Más allá de conjeturas, los Raptors se vengaron de la derrota sufrida en Boston el pasado fin de semana. Tras un mal primer cuarto en el que anotaron 14 tantos (su anotación más baja de la campaña), la aparición de su segunda unidad resulto clave. Eso y una formidable defensa que dejó a los verdes en 13 puntos en un segundo cuarto para el olvido de los visitantes. Del 19-24 (llegaron a dominar por 6 en el inicio de dicho periodo) pasamos al 43-31 de justo antes del descanso. Un 24-7 de parcial fruto de las continuas pérdidas del equipo de Stevens. Ni el recurso de poner a Tatum como base (Larkin, Irving, y Smart siguen de baja, aunque Rozier sí jugo tras no hacerlo 24 horas antes en Milwaukee) y jugar con tres grandes con Marcus Morris como alero funcionó. Boston topaba una y otra vez ante la excelente colocación y rapidez de manos de los locales. Sus 9 pérdidas en ese segundo periodo significaron 17 puntos del rival. En total fueron 16, para 29 puntos en contra.   

Cada canasta le costó un mundo a los Celtics. Su única forma de anotar con relativa fluidez eran los tiros libres (25/28 por el 6/8 canadiense). El 3/22 en triples y las solo 10 asistencias hablan muy bien de la excelente defensa de Toronto. Esta vez no hubo siquiera amago de remontada verde. En una final anticipada como esta, Casey se permitió el lujo de dosificar a sus estrellas. DeRozan aportó 16 tantos en 27 minutos, mientras que Lowry disputó 32. Anunoby y Valanciunas, dos de sus otros titulares no pasaron de los 14. En 29, Serge Ibaka cuajó una notable actuación: 15 puntos, 6 rebotes y un par de tapones. Los 44 puntos de un banquillo en el que destacaron casi todos (con mención especial a VanVleet, pero sin olvidarme de Poeltl, Wright, Nogueira...) no fue ninguna novedad. Sí lo fue el trabajo atrás de los dinosaurios. Se reencontraron a lo grande son su defensa: por primera vez en seis partidos no encajaron 100 puntos y por primera vez esta temporada dejaron al oponente por debajo de los 80. Señal muy positiva a poco más de una semana del inicio de los playoffs.

Stevens, Casey, Stotts... ¿quién será el Entrenador del Año?

Por su parte, back to back muy negativo para unos Celtics que el martes veían a tiro recuperar el liderato del Este. No obstante, tal y como esta la enfermería, su gran triunfo es pelear por ello hasta casi el final del curso. El verdadero objetivo para los de Stevens (quien con un solo triunfo ante Bulls, Hawks, Wizards —en Washington— y Nets establecerá su mejor balance como entrenador en la NBA) es ir recuperando efectivos para la verdadera batalla: los playoffs.