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NCAA

March Madness en estado puro: maldición histórica de UConn

Tremendo: dos años seguidos perdiendo en semifinales después de una temporada sin derrotas (36-0) y en el último segundo de la prórroga.

March Madness en estado puro: maldición histórica de UConn
ANDY LYONSAFP

En el deporte suceden milagros: victorias imposibles, remontadas ilógicas, fallos incomprensibles… eso es el deporte de hecho. Pasa: pero muy rara vez pasa dos veces seguidas, exactamente de la misma forma y como si se tratara de una maldición. Pero así ha sucedido, literalmente, en la Final Four del baloncesto universitario femenino, que por primera vez en su historia resolvió sus dos semifinales en la prórroga: Mississipi State se impuso a Louisville (73-63) y Notre Dame eliminó a UConn (91-89). Las Huskies de Connecticut eran las grandes favoritas y no habían perdido en toda la temporada… pero se quedaron sin final igual que en 2017. Literalmente: por dos puntos de diferencia, con una canasta en el último segundo de la prórroga y después de una temporada sin derrotas (36-0 en ambos casos).

Una pesadilla para el equipo de Geno Auriemma: “No se puede decir nada a jugadoras de universidad que viven estos dos años seguidos. Nada va a hacer que se sientan mejor”. Así es el March Madness: el año pasado las Huskies parecían imbatibles (111 victorias seguidas en 865 días) hasta que Mississipi State obró el milagro en la prórroga de semifinales (66-64) con una canasta in extremis de Morgan Williams. Después las Bulldogs cayeron en la final ante South Carolina. Esta vez las Fighting Irish de Notre Dame provocaron el terremoto con un tiro lateral de Arike Ogunbowale al que UConn no respondió. El delirio: Ogunbowale terminó con 27 puntos y Jackie Young con 32. Ahora deberán luchar contra otra maldición en la final: los cuatro últimos equipos que han eliminado a UConn en semifinales (entre 2008 y 2017) han perdido la final, el último su rival de mañana.

Las Huskies parecieron haber salvado el pellejo tras forzar la prórroga después de estar 79-74 a 20 segundos del final. Un triple de Napheesa Collier, una pérdida de su rival y una canasta de Kia Nurse provocó un empate a falta de 10 segundos que de forma increíble acabó con otra posesión para UConn tras otro error de Notre Dame. Gabby Williams tuvo el tiro que pudo cambiar el destino del torneo pero falló, se llegó a la prórroga y Ogunbowale decidió con una canasta que ya es histórica. Como la de Morgan Williams hace un año. Una pesadilla imposible para las Huskies se convirtió en realidad. Así es el March Madness.