Los Raptors cerraron con éxito su back to back (ganaron el jueves en Indianápolis) tras doblegar a unos combativos Mavericks en la prórroga (122-115) en una noche que arrancó con susto en Toronto. La aparición de un paquete sospechoso junto a una de las puertas de acceso al Air Canada Centre a 90 minutos del inicio del partido obligó a la policía a intervenir. Finalmente, lo que parecía ser una granada pero que en realidad se trataba de una réplica de plástico, fue detonada (vía 680 News) y el encuentro se pudo desarrollar sin problema alguno. Una falsa alarma que, eso sí, obligó a cerrar dos de las puertas de acceso al pabellón, demorando la entrada de unos aficionados que disfrutaron con la undécima victoria consecutiva de su equipo.

Una racha con la que los dinosaurios igualan la mejor marca de su historia y que intentarán batir este domingo ante los Thunder. Los de Dwane Casey siguen imparables y contabilizan por triunfos 18 de sus últimos 19 partidos. Con un 52-17 de balance tienen el liderato del Este más que encarrillado, además de contar con el mismo récord que los Warriors y situarse a 2,5 partidos de los Rockets. Una cuestión que no pueden dejar escapar en Canadá de cara a contar con el factor cancha en unas hipotéticas Finales en las que Toronto podría colarse en este 2018 por primera vez.

De ahí la importancia de no dejarse ir y sacar partidos como el de esta noche. Ibaka (12+7) no pudo evitar una prórroga en la que DeMar DeRozan (29+4, 6 asistencias y un 8/23 en tiros para el escolta) resultó decisivo. Sin olvidarnos de la aportación del fenomenal banquillo local, claro está.