Estos Thunder no son rival para Houston... ¡16 victorias seguidas!
Los Rockets mantienen el mejor récord de la NBA (50-13) con otra gran victoria. Esta noche juegan back-to-back en Milwaukee.
Si lo Rockets movían un poco el balón, los Thunder no tenían ninguna oportunidad. Las lagunas defensivas que hunden a los de Donovan desde la lesión de Andre Roberson quedaron en evidencia ante el mejor ataque de la liga (y de la historia, ahora mismo). Y la derrota fue mucho más dura todavía. Porque esta vez a los Thunder les faltó alma, pasión. Esta vez faltaron ganas. Y eso, además de ser imperdonable dada la situación del equipo, es lo mejor que han tenido siempre en Oklahoma City. Lo que no ha faltado nunca en el Chesapeake. Peligro.
No voy ni a entrar en el cómo porque la sensación es que los Rockets no tuvieron ni que meter tercera... Los locales aguantaron de milagro durante la primera parte. Primero jugando en la liga de los texanos desde la línea de tres puntos (ambos anotaron seis en los primeros 14-15 minutos con buenos porcentajes) y después gracias a la explosión de Carmelo Anthony (19 puntos en 11 tiros en la primera mitad; 23 totales), que superó a Jerry West para entrar en el Top-20 histórico de anotadores. Genial, evidentemente. Pero insostenible dentro del partido.
Westbrook arrancó anotando sin parar esos lanzamientos de media distancia que muchas veces parecen pan para hoy y hambre para mañana. Steven Adams no consiguió un solo rebote ofensivo en toda la primera parte (es el mejor de la liga...) y Paul George no hizo acto de presencia en ataque. En fin, que bastante aguantaron los locales. Completamente desconectados en un lado y llegando tarde (o no llegando...) a todas las ayudas en el otro.
Delante, todo lo contrario. Un equipo que, como reafirmó Ariza tras el partido, conoce sus roles, sus puntos fuertes y sus necesidades. Y ejecuta como nadie de la mano de dos auténticos maestros del balón: James Harden (23+5+11) y Chris Paul (25 puntos, cinco triples, cinco asistencias y cada día más suelto con los triples de ocho metros...).
Los Rockets buscaron y encontraron los cambios que querían en cada ataque y (los jefes contra Carmelo y Adams), sin forzar lo más mínimo, se fueron en el marcador. Anotaron siete de sus 10 intentos desde el triple en el tercero (17 totales en el partido). Y adiós; a otra cosa.
El hack-a-Capela llegó tarde, Paul George maquilló su línea en los últimos minutos y los Rockets se pasearon con un poquito de aquí y un poquito de allá en el cuarto cuarto. Al final, decimosexto triunfo consecutivo, que se dice pronto. Igualan la mejor racha de la temporada (Boston), mantienen el mejor balance de la NBA (50-13) y siguen con récords casi absurdos cuando juegan los que tienen que jugar: 35-3 con Paul y Harden; 33-1 con Paul, Harden y Capela.