Exhibición de los Sixers en casa de LeBron: el Proceso continúa
Philadelphia dominó de principio a fin y demostró carácter. LeBron alabó a Ben Simmons y Embiid le tiró un guiño al rey en las redes.
Desde el primer día que Joel Embiid y Ben Simmons compartieron cancha, entendimos que en Philadelphia se estaba cociendo algo especial. No teníamos ni idea de si aquello podría florecer y veíamos cada partido con el jarro de agua fría preparado por si las lesiones, el enemigo, volvían a arrebatarnos el prometedor proyecto (con Embiid todavía me pasa, no lo puedo evitar). Ahora, igual que ellos, vamos aprendiendo con el famoso partido a partido. Cada noche, un detalle. Cada posesión, un nuevo capítulo. Y a veces nos tenemos que recordar que es la primera temporada que juegan juntos, que solo son sus primeros pasos de su viaje. Porque parecen de todo menos novatos...
Ayer se jugaba en Cleveland mucho más que un partido de temporada regular. Se jugaba una posible primera ronda de playoffs (miedo, aficionados de los Cavs) y también un partido de exhibición (más miedo, aficionados de los Cavs). Los Sixers jugaban por su récord, por sus playoffs, por su orgullo, porque siempre se juega al 100% contra un equipo de LeBron y también como enésimo guiño al propio rey, que esta misma semana vio cómo una empresa de Philadelphia pagaba grandes anuncios en la carretera de Cleveland con el siguiente mensaje: "completa el Proceso".
Todo salió bien. Para los Sixers, digo. La impresión, tanto para LeBron como para cualquier otro jugador/persona que viera el partido, fue tremenda. Un golpe. Seriedad, compromiso, esfuerzo, talento, realidad y, evidentemente, potencial. Todo el que se pueda almacenar y más. Hay días que el Proceso da verdadero miedo. Ayer fue uno de esos días.
La visión natural de Simmons (sus pases en los primeros minutos abrieron el partido de par en par), sus transiciones rápidas, fuertes. Partidos enteros sin cometer errores de bulto. Un novato... Los tiradores que se acumulan, siempre con Belinelli o Redick como gran amenaza y el perfecto 3+D en el que se ha convertido Covington. La versatilidad de Saric, que metió el triple decisivo, el debut de Ilyasova, que ya sacó un par de faltas en ataque, la pelea de McConnell (poco acertado ayer: LeBron le regalaba el tiro y falló demasiado) y Amir Johnson... Y, por supuesto, don Joel Embiid, que lo mismo coloca un gorro al más grande de sus rivales que persigue al más pequeño por toda la cancha (ayer a Korver, Clarkson...). Tapa agujeros a un nivel y a una velocidad impresionantes. Y todo mientras sale al triple, lanza un fade away desde cinco metros tras reverso (otra de las canastas clave), abusa en el poste y se come el aro rival. No hemos visto nada igual. De verdad.
Los nuevos Cavs dependen mucho de su acierto desde el triple tanto en las victorias como en las derrotas, y ayer se quedaron en un insuficiente 28%... Los Sixers fueron mejores de principio a fin. LeBron superó a Jordan en partidos de +20 puntos (cuarto ya de la historia), se despidió entre abrazos (la tontería de Saric a un lado...) y, por si queríamos más rumores, Embiid nos dejó un regalo en sus redes sociales.
"¿Trust The Process? Siempre es genial jugar contra uno de los mejores de siempre. #objetivosverano2018"
Ojo al Proceso. Por futuro, pero también por realidad.