SELECCIÓN ESPAÑOLA BALONCESTO

"Es un orgullo que la familia Beirán tenga 2 internacionales"

Esto pasará si Javier debuta este fin de semana en las Ventanas. Sólo hay otros tres casos de padre e hijo con España: los Jofresa, los Laso y los Soler.

Guadalajara
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"Es un orgullo que la familia Beirán tenga 2 internacionales"
CHEMA DIAZ DIARIO AS

Ya no se le puede escapar el debut con la Selección.

No, espero estar entre los doce y que no se me escape el poder debutar. Ya, para mí, estar aquí es un orgullo. Tenía esa espinita clavada por no haber podido acudir este verano y en noviembre. Espero poder terminar de quitármela.

Hay muchas ganas de vestirse con la camiseta de España, ¿no?

Sí, sobre todo después de ver lo bien que lo hicieron en la primera Ventana, lo que transmitieron y representaron con todas las dudas que se formaron alrededor de este grupo. Es un equipo muy bueno y en el que todos sabemos que lo primero es lo colectivo, no lo individual.

Esas dos victorias fueron toda una reivindicación.

La gente está respetando más a este equipo. Al final es la Selección, se está jugando clasificarse para el Campeonato del Mundo. Todos estamos en las mismas y hay equipos que lo van a pasar mal y lo van a tener complicado para clasificarse para el Mundial.

¿Pensó que se le pasaba el tren de la Selección?

Siempre he pensado que tendría esta oportunidad y que voy a tener más. Scariolo tuvo muy buenas palabras hacia Pablo y hacia mí, que fuimos los dos que nos perdimos la Ventana de noviembre por lesión, y eso fue una motivación extra para trabajar más, y darle más razones para estar ahora aquí.

Durante la grave lesión del pasado año (rotura parcial del ligamento), ¿cómo le ayudo que su padre fuera psicólogo deportivo?

Siempre me ha ayudado como padre, pero creo que en la educación que me ha dado está todo un poco metido. También mi madre. Pocas veces lo he usado como psicólogo deportivo, eso sí. Tengo ciertos valores que me ayudan en situaciones así. Estuvo a mi lado para todo lo que necesité. Sabía que era una de las personas que más me podía entender porque tuvo la misma lesión que yo.

¿Cómo es crecer con un medallista olímpico?

Es algo bonito. A mí me gusta ver la medalla, ver fotos y saber, que hasta esta gran generación, era la mejor que había existido y que enganchó a muchísima gente al baloncesto. Tengo recuerdos de ir a verle jugar con el Madrid de veteranos; en muchos pueblos eran auténticos ídolos para toda una generación de españoles que vivía muchísimo el baloncesto en los 70 y 80. Siempre he tenido que vivir con la comparación, pero es algo que asumí desde pequeño. Algunos decían que si estaba por enchufe en el Madrid. Nunca me afectó más de lo normal.

¿Es de batallitas?

No muchas, pero sí que es verdad que algunas salen a partir de entrevistas, como lo de Villacampa, que fue al Preolímpico pero luego le llamaron a él. O cómo vivía otros eventos deportivos con otros atletas en la Villa Olímpica...

Ya no podrá picarle con que él fue a la Selección y usted no…

Bueno, él tiene la medalla (ríe), ha estado en unos Juegos. Pero ojalá pueda debutar y seamos los dos internacionales. Creo que será algo muy bonito.

¿Qué significa para los Beirán tener dos internacionales en la familia?

Orgullo. Tengo la suerte de tener una familia muy buena, que me ha educado muy bien. Mis hermanos y yo nos llevamos fenomenal. Eso es lo más importante, que estemos unidos. Es una satisfacción para todos los que nos rodean, también un premio para mí y un orgullo para mis padres, mis hermanos, mi mujer…

¿En qué es mejor que su padre?

Mi padre era más especialista. Él tiraba mejor, pero yo hago un poco más de todo. Creo que soy un jugador más completo. Mi padre me ayuda de vez en cuando con el lanzamiento cuando tenemos un poco más de descanso, y yo intento, viendo cómo evoluciona el baloncesto, hacer más cosas, no limitarme a solo defender o a tirar, sino tratar de jugar bloqueos directos, rebotear… Ir mejorando poquito a poco en todas esas facetas para ser un jugador cada vez más completo y mejor.

Hizo ADE y ahora Periodismo, ¿cuánto ha influido su padre, que estudió Psicología, para que se prepare tanto?

La verdad es que ambos me han influido, mi padre y mi madre. Me educaron en un estilo de vida en el que los estudios eran muy importantes. Hasta que tuve contrato profesional, los estudios eran lo primero, pese a que me encantaba entrenar. Mi padre tiene una carrera. Antiguamente creo que muchos jugadores tenían una, no sé si era más fácil o no, o es que se esforzaban más. Es algo que hay que apoyar desde la cantera porque, primero, no todos somos millonarios y, después, no es solo por el dinero. A mí, personalmente, me ayuda a desconectar, a no pensar solo en el baloncesto y tener así la cabeza liberada. Sé que el baloncesto se me va a acabar en x años. Cuidándote mucho, puedes jugar hasta los 40… pero al final te quedan 25 o 30 años de carrera posterior.

¿Está en uno de los mejores momentos de su carrera?

Estoy viviendo cosas muy bonitas en el Iberostar Tenerife. El año pasado estaba jugando a uno de mis mejores niveles, algo que también afecta en el colectivo. Es difícil comparar una temporada con otra porque al final también se mide por cómo lo hace tu equipo. En el curso anterior estábamos un pelín mejor que en el presente, aunque por ahora no está mal: hicimos historia con las semifinales de Copa y estamos a tiempo de mejorar lo del año pasado al estar en los playoffs de la Champions y, ahora mismo, en los de la Liga Endesa. Nos estamos consolidando como equipo importante y creo que soy parte fundamental de esa historia. Eso me permite sentirme más realizado y me está haciendo ser mejor jugador.