Los Jazz arrasan: "Ricky hace que sean muy difíciles de defender"
El base (20+11) y Hood (30) amargan el estreno de Mirotic como local y titular con los Pelicans. Alvin Gentry alaba el gran estado de forma de Rubio.
Más de dos meses para el final de la liga regular, pero el partido disputado esta madrugada en el Smoothie King Center se antojaba clave de cara a la pelea por entrar en los playoffs del Oeste. Sobre todo para unos Jazz que viajan en el vagón de cola y que no se pueden permitir ningún tropiezo ante rivales directos. Enfrente unos Pelicans recuperándose aún del varapalo tremendo por la lesión de Cousins y que necesitan tiempo para adaptarse a la llegada de Nikola Mirotic (no tuvo peso alguno en el que fue su primer encuentro como titular y ante su nueva afición: 5 puntos, 3 rebotes y 2 asistencias). Utah sacó partido de las circunstancias e impuso su gran momento para cosechar su sexta victoria consecutiva. La mejor racha de la NBA en la actualidad, igualando la mejor de la franquicia este curso. Al inapelable triunfo en Nueva Orleans (109-133, su mejor marca anotadora de la campaña) hay que añadir los conseguidos en Toronto o San Antonio. En esta serie, cinco de las seis victorias han llegado fuera de casa. La única conseguida en Salt Lake City fue la paliza a los Warriors. Mucho mérito el de un equipo que se ha levantado justo cuando parecía tener perdida la temporada y que parecía ya mirar al cierre de un mercado que deja ahora a su front office en una disyuntiva complicada.
"Estamos jugando un buen baloncesto. No hay ningún secreto. No hemos empezado a golpearnos en el pecho como si ya hubiésamos hecho algo. Esto no es así. Simplemente hemos ganado unos cuantos partidos", destaca Quin Snyder. El técnico mantiene los pies en el suelo al mismo tiempo que les recuerda a sus pupilos que, a día de hoy, marchan aún en la décima posición de la Conferencia. Aunque eso sí, ahora son tres los partidos que les separan de unos Pelicans que con la derrota pasan a ocupar la octava plaza.
Con la excepción del 2-0 inicial, los visitantes fueron siempre por delante del marcador. Pese al resfriado de Donovan Mitchell (su jugador más importante en lo que llevamos de curso), llevaron la iniciativa gracias a otra gran actuación de Ricky Rubio (20 puntos, 3 rebotes y 11 asistencias), al trabajo bajo tableros de Rudy Gobert y Derrick Favors (muy superiores al dúo Anthony Davis-Nikola Mirotic), la labor de Joe Ingles y la aportación del banquillo. La segunda unidad dio un paso al frente con 13 tantos de Royce O'Neal y, sobre todo, a los 30 firmados por un Rodney Hood en estado de gracia (12/14 en tiros de campo con un 4/4 en triples).
Utah demostró carácter y recursos en los dos intentos de rebelión de los Pelicans (justo antes del descanso y a comienzos del último cuarto). No se amilanó y siguió haciendo su juego para salir airoso. Seleccionó a la perfección sus tiros (un 58,4% de acierto: 52/84), circulando bien el balón hasta encontrar la ventaja. Una perfecta lectura. "Rubio está jugando a un nivel altísimo en estos momentos. Esto hace que los Jazz sean un equipo verdaderamente difícil de defender", analizó Alvin Gentry, el técnico local. No es circunstancial que desde la última derrota de los de Salt Lake City el base promedie 19,3 puntos, 8,5 asistencias, 5,5 rebotes con un 54,5% en el lanzamiento. ¡Qué siga así!