Si DeMarcus Cousins protagonizó la mala (terrible) noticia de la jornada del viernes en la NBA, Ricky Rubio fue la otra cara de la moneda con un triple que dio a 4,8 segundos del final la victoria a los Jazz en Toronto (93-97). Kyle Lowry dejó liberado al español en el costado izquierdo para saltar al dos contra uno sobre un Donovan Mitchell que leyó perfectamente la situación haciéndole llegar la bola español. "Fue fácil asumir el tiro. Estaba abierto y tuve que hacerlo. No había otra opción. Me sentí bien y no me lo pensé", comentaría el base.

Ricky puso así el broche de oro a una completa actuación en la que aportó 14 puntos (5/11 en tiros de campo y 2/3 desde más allá del arco), 6 rebotes, 6 asistencias y un par de robos en 31 minutos de juego. Sin él, Utah no habría podido sacar adelante un partido que tenían casi perdido a 2:24 para la conclusión. Los de Quin Snyder demostraron carácter en una de las canchas más complicadas de la NBA (es la cuarta derrota de los dinosaurios esta temporada en casa: 17-4) remontando 6 tantos de desventaja (91-85). Además de ejercer del papel de héroe, el de El Masnou capturó un rebote y repartió una asistencia para un triple de Ingles que se antojaron fundamentales. Una buena dosis de confianza en un curso irregular para el internacional español.

Un encuentro en el que se sucedieron los parciales. Los visitantes salieron más entonados y con una anotación muy repartida llegaron a contar con 10 puntos de ventaja a finales del primer y comienzos del segundo cuarto. Un enorme Valanciunas apareció (en un buen duelo con Gobert —18+15— sumó 17 de sus 28 tantos en la primera mitad, amén de 14 rebotes y 4 tapones ) para primero limar la diferencia y después devolver el mando a unos Raptors que tras el descanso amenazaron con romper el duelo (57-45 tras canasta de Serge Ibaka). Utah recuperó su defensa a tiempo y con un genial Mitchell (15 de sus 26 tantos llegaron en el tercer periodo) recuperaron la iniciativa en un carrusel que dejó 6 arriba a su equipo con el último parcial por disputarse. 

Tras un primer intercambio de golpes, Toronto encarriló la situación hasta que Rubio decidió reivindicarse para dar brindar a su equipo un triunfo de tanto mérito como necesario. Quién sabe, quizá sirva como punto de inflexión de cara abrir una persecución por entrar en los playoffs para la que todavía hay tiempo. Los Jazz están en estos momentos a 4,5 partidos de los Nuggets, octavos.  La brecha es grande, pero no insalvable. 

El triple ganador de Ricky Rubio