ROCKETS 116 - WARRIORS 108

Ni los Warriors pueden con el trío Harden-Paul-Capela: ¡17-0!

Golpe en la mesa de unos Houston Rockets que volvieron a demostrar que tienen mucho que decir esta temporada. Ojalá una serie de playoffs a siete partidos.

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Dos bajas sensibles en la rotación de cada equipo (Ariza y Green en los Rockets, Iguodala y Bell en los Warriors), pero todas las grandes estrellas sobre el parqué en un sábado noche de televisión nacional que no defraudó. Warriors y Rockets, Rockets y Warriors. 48 minutos del mejor baloncesto del mundo entre dos de los mejores equipos de la competición. Probablemente, los dos mejores. Y qué golpe en la mesa de Houston. En enero, pero... Ojalá una serie a siete partidos. Ojalá.

Un triple de Klay Thompson arrancó como tocaba el duelo entre los dos mejores ataques de la NBA. Los Warriors llegaban con 14 triunfos seguidos a domicilio, igualando el récord de la franquicia y a solo dos de la mejor marca de la historia (los 16 de los Lakers 71/72). Los Rockets, por su parte, con James Harden en el quinteto por segundo partido consecutivo, recuperado de su lesión muscular, y con un inmaculado 16-0 en los encuentros en los que La Barba, Chris Paul y Capela pisan el parqué (ojo a este dato, que habla maravillas de lo que podrían llegar a ser).

Harden, que venía de anotar 10 puntos en un oxidado regreso a las canchas (su peor partido de la temporada), tardó dos minutos en dejar claro a sus rivales que aquella iba a ser una noche larga en Houston: tres triples consecutivos en un abrir y cerrar de ojos que incendiaron el Toyota Center. Y de ahí hasta el final del primer cuarto, un pilla pilla en el que los Warriors nunca cogieron a los locales. Buena defensa, siete triples en 11 intentos (dos de CP3 para cerrar el cuarto y otros dos del Mbah a Moute), 68% en los lanzamientos y ganas, muchísimas ganas. Destrozaron a los Warriors bajo los tableros durante toda la primera mitad, con Ryan Anderson como bandera de aquella guerra (13 rebotes-cuatro ofensivos) y varias ventajas salvajes: 27-11, 33-12... (46-33 al final). Pero como siempre, los campeones seguían ahí. Siete abajo al descanso, con Looney mejorando a Pachulia, Durant (26+7+5) manteniendo al ataque (3/13 Curry, 6/20 al final) y Draymond Green en todas partes (21+7+6+2+1). Quedaba lo mejor.

Capela sigue creciendo y aprovechó su conexión con Harden para sumar sin parar en la continuación (18 puntos y dejó detalles: eurostep, ataque desde cinco metros con la izquierda...). Mientras, Chris Paul manejaba los hilos, buscaba y encontraba emparejamientos favorables (los Warriors cambian en todos los bloqueos) y golpeaba sin parar a los visitantes con sus suspensiones de cinco metros y seis canastas de tres puntos (33+11+7). Pero los Warriors seguían ahí, y completaron la remontada en los primeros minutos del cuarto cuarto bombardeando desde el perímetro a unos Rockets que pagaron con tres puntos cada despiste en transición (clave Nick Young): 99-96 Warriors después de que Draymond Green clavara su segundo triple y pusiera a los de Oakland con un imposible 16/28 desde la línea de tres puntos. Habían metido siete consecutivos... (1/8 de aquí al final).

Más mérito si cabe el de los Rockets, que siguieron compitiendo y no cedieron ni un centímetro después de que los Warriors neutralizaran una diferencia que llegó a los 17 puntos como si nada. Al final todo es ejecución. Grandes posesiones defensivas (durante todo el partido), mucho Chris Paul, acertado PJ Tucker y la estocada final de Harden a 1:10 del final (22 puntos, ocho asistencias y uno de esos triples que no se pueden defender...). Klay perdonó dos veces seguidas (y Curry tomó dos malas decisiones) y aquello fue la diferencia entre dos de los mejores equipos de la competición. Probablemente los dos mejores.

Primera derrota a domicilio de los Warriors desde el 22 de noviembre, fin de una racha histórica (como casi todo lo que hacen) y, en definitiva, golpe en la mesa de unos Rockets que más allá del triunfo (enero...) demostraron por ganas y nivel de juego que pueden estar ahí, que pueden competir con el mejor equipo del planeta. 17-0 (!!!) para el trío Harden-Paul-Capela, 2-1 para los texanos en el head-to-head de la temporada regular y un sueño en nuestras cabezas (sin banderas): ojalá siete partidos de playoffs entre estos dos gigantes del oeste. Ojalá.