CLEVELAND CAVALIERS 124-OKLAHOMA CITY THUNDER 148
No hay paz para LeBron: los Thunder dinamitan Cleveland
Solo en dos ocasiones en su historia, los Cavaliers habían recibido 148 o más puntos. James se quedó siete de los 30.000. Paul George, genial: 36 tantos.
Un cuarto, doce minutos o 720 segundo. Ese fue el tiempo que tardó Oklahoma City Thunder en hacer saltar por los aires su primer duelo de la temporada contra Cleveland Cavaliers (124-148). Fue una carnicería. En los primeros cuatro minutos, la ultra-ofensiva de OKC ya había anotado 18 puntos ante, al acostar, la peor defensa de la NBA (109,5 tantos por cada 100 posesiones). A los ocho ya había conseguido 33 frente a una retaguardia de papel, que no controlaba el pick and roll entre Westbrook y Adams ni la circulación de balón por el perímetro ni las penetraciones de cualquiera con camiseta azul ni el rebote (28-52 en total, 3-16 ofensivos). Todos los emparejamientos defensivos estaban desnivelados. Al finalizar el primer periodo, los de Billy Donovan habían elevado la cuenta a 43 contra una defensa que no entendía (o no quería entender) qué estaba pasando. Había tantas vías de agua que era imposible controlar la inundación.
Y era fácil de entender. Los Thunder, estos Thunder, tan dados a encadenar momentos de gran lucidez con una necesidad tragicómica de quemarse a lo bonzo, decidieron adoptar la versión A, desplegar todo su catalogo de superpoderes, golpear tantas veces como fuera necesario de inicio y no mirar atrás. En 24 minutos, Russell Westbrook (23+20 asistencias), Carmelo Anthony (29) y Paul George (36) acumulaban 57 de los 76 puntos de los suyos con un espectacular 20 de 35 en tiros de campo (57%) entre los tres. Además, Adams (25) se unía a la fiesta cuando podía (que era siempre). Mientras, los Cavs naufragaban en 60 tantos, sin capacidad de reaccionar con LeBron en solo 9 puntos, solo un 39% en el lanzamiento en conjunto y sin Kevin Love. El ala-pívot duró en el campo tres minutos al sentirse mal. No hubo aclaración durante el duelo sobre sus síntomas, pero al volver del descanso ya no estaba junto al resto de sus compañeros en el banquillo. James acabaría con 18 tantos, a siete de alcanzar la barrera de los 30.000. No era el momento de celebrar una fiesta, la verdad.
Solo hubo un momento en que los vientos huracanados dejaron de soplar con violencia. Al inicio del segundo cuarto, Donovan sentó a su big three y Cleveland respiró. Espantó sus miedos y Rose rebajó la diferencia a menos de diez (42-50) tras un parcial de 18-7. OKC logró solo una canasta en juego en cuatro minutos. Se creó la apariencia de un nuevo encuentro. Un error. La vuelta de George, Anthony y Westbrook acabó con el espejismo. Con ellos de nuevo en pista, Oklahoma anotó 30 puntos casi seguidos con la sensación de que cada ataque era una canasta: de tres, de dos, desde la personal. En el uno contra uno, con buenos o malos pases. Daba igual, siempre perforaban la canasta de unos Cavaliers que recibieron los 100 puntos a 3:40 de acabar el tercer cuarto. Al final, 148, la máxima anotación recibida en toda la temporada, para acumular siete derrotas en los últimos diez partidos.
Historia negra en los Cavaliers
Hay que remontarse a diciembre de 2002 para ver a Cleveland recibir al menos 140 en temporada regular. Fue ante los Bucks y tras dos prórrogas. Seis meses después, la franquicia de Ohio elegiría en el draft a LeBron James. El alero nunca antes había recibido tantos puntos en contra y su franquicia solo en dos ocasiones: los 153 de los Lakers (después de cuatro prórrogas) el 29 de enero de 1980 y los mismos 148 de esta noche de Milwaukee en el segundo año de historia del equipo en 1977. Vamos, una paliza histórica. Y otra derrota ante uno de los aspirantes al anillo y ya van seis en siete duelos contra Boston, Golden State, Rockets, Warriors y Thunder.