Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

NBA | UN JUGADOR MÍTICO

Parish, la leyenda a la que Larry Bird dijo "ya puedes espabilar"

El jugador con más partidos en la historia y el campeón más veterano de la NBA, Robert Parish formó junto a Bird y McHael el big three original.

Parish, la leyenda a la que Larry Bird dijo "ya puedes espabilar"
Andrew D. BernsteinDIARIO AS

Larry Bird llegó a Boston en 1979, un año después de ser drafteado como número 1. Fue Rookie del Año, pero le tocó ver por televisión como su archienemigo Magic Johnson se proclamaba campeón y MVP de las Finales como rookie y con aquel legendario sexto partido en el que le tocó hacer del ausente Kareem Abdul-Jabbar y firmó 42 puntos, 15 rebotes y 7 asistencias jugando como base-alero-pívot. Los Celtics habían perdido la final del Este contra los Sixers (4-1) y, cuatro años después de su último título (el de 1976, por entonces el decimotercero), Red Auerbach le daba vueltas a la confección de una nueva dinastía, esta vez en torno a Larry Bird y con el número 1 del draft de 1980 en el bolsillo gracias a la ronda obtenida de los Pistons por Bob McAdoo, que después (las cosas de la NBA) fue muy importante (campeón en 1982 y 1985) en la primera versión del showtime de los Lakers.

La primera idea de Auerbach era atraer a la joya universitaria del momento, aquel Ralph Sampson de más de 2,20 que no dio el salto a la NBA hasta 1983 (número 1, rumbo a lo que después fueron las torres gemelas en Houston Rockets junto a Hakeem Olajuwon). Un año antes no se había querido presentar para evitar el riesgo de ir a los Clippers (todavía en San Diego) porque el número 1 se decidió entre aquellos y los Lakers vía moneda al aire. Le salió cara a los Lakers, que tenían el pick gracias a los Cavaliers y lo invirtieron en James Worthy. Dos años antes, Sampson decidió que no estaba listo por mucho que le hubiera impresionado la visita de un Auerbach que se presentó en la casa de sus padres con un millón de dólares en un maletín y una frase en la boca: “Come and play for the migthy Celtics”. Ven y juega en los poderosos Celtics.

McHale y Parish se unen a Larry Bird

El plan B de Auerbach acabó siendo historia de la NBA. Convenció a todo el mundo de que solo tenía ojos (ojos y número 1) para Joe Barry Carroll, y enredó a los Warriors en un traspaso en el que les envió los picks 1 (sería Carroll, que no tuvo una carrera precisamente brillante) y 13 (Rickey Brown) a cambio de la elección número 3 (destinada a Kevin McHale) y Robert Parish, un pívot de 2,13 y más de 100 kilos que llevaba cuatro años sin encontrar del todo su sitio en unos Warriors que sufrían la resaca del anillo de 1975. Y que en Boston estaba llamado a ser el suplente de Dave Cowens, campeón en 1974 y 1976 y ocho veces all star que decidió retirarse justo antes del inicio de ese curso 1980-81 para sorpresa de todos y enorme disgusto de un Larry Bird que nada más conocer la noticia se giró hacia Parish: “Será mejor que espabiles”.

Parish, que por entonces pensaba en una carrera corta porque no le había motivado nada su estancia en los Warriors, acabó jugando 14 años en los Celtics, dos en los Hornets y uno en los Bulls. En total 21. Junto a Bird y McHale formó el primer big three de la historia y uno de los tres mejores frontcourt de siempre. Ganó cuatro anillos en algunos de los mejores equipos que jamás han pisado una pista de baloncesto (Celtics 1985-86, Bulls 1996-97...). Se pegó con Kareem Abdul-Jabbar en los Lakers-Celtics de los 80 que cambiaron la NBA para siempre; Y se pegó (muy literalmente, en este caso) con Bill laimbeer y los malditos bad boys de Detroit Pistons. Finalmente se retiró tras compartir vestuario con Phil Jackson y Michael Jordan y dejó una carrera absolutamente memorable en la que fue nueve veces all star y que le valió el ingreso en el Hall of Fame y que los Celtics retiraran su legendario número, el doble cero (00).

En el top ten histórico en tapones y rebotes, es uno de los quince mejores pívots de siempre, un asunto que admite muchos debates más allá de los seis primeros: Kareem, Russell, Chamberlain, Shaquille, Olajuwon y Moses Malone. Durante veinte temporadas, todas menos la última (en la que participó en 43) nunca jugó menos de 72 partidos. En las catorces en Boston jamás bajó de 74 y sigue siendo el campeón más veterano (43 años cuando ganó el cuarto anillo, con los Bulls y con solo 18 minutos jugados en playoffs) y el jugador con más partidos de Regular Season: 1.611 por los 1.560 de Kareem Abdul-Jabbar y los 1.504 de John Stockton. En total 45.704 minutos en los acumuló 23.334 puntos, 14.715 rebotes y 2.361 tapones. Con temporadas (1981-82) de casi 20 puntos, 11 rebotes y 2,5 tapones de media. Y este partido tipo a lo largo de esos 21 años: 14,5 puntos, 9,1 rebotes, 1,5 tapones y casi un 54% en tiros.

Parish era un defensor temible y un reboteador voraz pero también un gigante muy avanzado para su época: corría la pista y tenía una suspensión tan efectiva como inolvidable, liberando el balón desde muy arriba y con un enorme arco hacia la canasta. Bill Walton (campeón a su lado en 1986) dijo que era “el mejor pívot tirador de la historia”. Y Larry Bird, que tanto desconfiaba de él al principio, acabó considerando uno de los suyos (“no habríamos ganado ningún anillo sin él”) a un jugador con el que perfeccionó un pick and roll demoledor: “debí meter 5.000 puntos gracias a pases de Larry”, dijo un tipo tan estoico y reservado que otro compañero, Cedric Maxwell, le apodó The Chief (el jefe), en alusión al Jefe Bromden, el enorme indio aparentemente mudo de ‘Alguien voló sobre el nido del cuco’.

"De una cárcel a un ático de lujo"

Parish fue número 8 del draft de 1976 después de promediar 21,6 puntos y 16,9 rebotes en sus cuatro años en Centenary, una modesta universidad de su Luisiana natal que por entonces, además, no podía jugar el torneo universitario ni oficializar las estadísticas de sus jugadores por una polémica con la NCAA surgida de la homologación de los resultados de las pruebas académicas que tenían que superar los deportistas. Se le consideraba una especie de hombre invisible, algo que no consiguió cambiar hasta que no llegó a los Celtics (“fue como pasar de una cárcel a un ático de lujo”, aseguró tras dejar los Warriors).

En Boston se puso a las órdenes de Bill Fitch, un entrenador ultra estricto que había trabajado con los Marines y cuyos métodos durísimos solo deleitaban a Larry Bird. “Es como si quisiera matarme”, dijo un Parish que bajo su mando, y al lado de Bird y un McHale que tardó cinco años en ser titular indiscutible, transformó su físico y su espíritu competitivo y se convirtió en la roca a la que vimos defender a Mo Malone en ruta al anillo de 1981, robar camino del segundo un balón clave a McAdoo en la prórroga del segundo partido de la Final de 1984 ante los Lakers, una serie legendaria (4-3 verde) en cuyo cuarto partido perdió definitivamente cualquier complejo de inferioridad ante Kareem (le ganó 16-6 la guerra del rebote en el séptimo encuentro) y dejó algunas de las acciones más recordadas de su carrera: dos fallos a los que siguieron dos rebotes de ataque y finalmente un 2+1 ante el propio Kareem que espoleó una (otra…) remontada imposible de su equipo, la intercepción del pase errado por el que a Magic se le llamó durante los siguientes meses Tragic Johnson

En los playoffs de 1986 jugó con los dos tobillos lesionados para asegurar su tercer campeonato, y once años después y ya con 43 años tuvo que enfrentarse a Michael Jordan en un entrenamiento para hacerse un hueco en los Bulls del quinto anillo: “Conmigo como pívot, los suplentes estábamos machacando a los titulares en un entrenamiento y Michael me dijo que me iba a patear el culo. Yo le dijo que me lo demostrara si estaba tan seguro… Creo que era más una amenaza que un test. Le gustaba poner a prueba a los recién llegados”. Phil Jackson adoraba tener en nómina a jugadores expertos, inteligentes, llenos de cicatrices competitivas y capaces de ejercer una influencia positiva en el vestuario. Así, con 43 años y un cuarto anillo, se fue de la NBA 21 temporadas y 1.611 partidos después el doble cero, The Chief, uno de los grandes pívots de la historia: Robert Parish.