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BOSTON CELTICS-CLEVELAND CAVALIERS

Irving: "Los Cleveland Cavaliers no me querían allí"

Jackie MacMullan (ESPN) arroja luz sobre la salida del base de Ohio: los Cavs quisieron traspasarlo antes de que él lo solicitará a la dirección.

Kyrie Irving, jugador de los Boston Celtics, antes del partido contra los Washington Wizards.
Omar RawlingsAFP

El 22 de julio del pasado año Kyrie Irving solicitó salir de los Cleveland Cavaliers a Dan Gilbert, dueño de la franquicia. Después de tres Finales consecutivas y de un anillo de campeón, el base deseaba despegarse de la alargada sombra de LeBron James, según los primeros detalles que, rápidamente, se dieron. La noticia explotó en un momento de tensa calma en una franquicia a la que no le salía nadaen el mercado estival, mientras que al otro lado del país los Warriors se hacían aún (si era posible) más fuertes.

La filtración y las informaciones iniciales no fueron casuales. Se buscaba culpabilizar a Irving y no a la dirección, según Jackie MacMullan (ESPN), que desentraña todo los sucedido en verano a través de una larga conversación con el base y los datos que maneja. Porque los despachos de Ohio convirtieron al ex de Duke en moneda de cambio, un mes antes de que este solicitara su traspaso, en una operación a tres bandas de la que se conocían partes, pero no el todo. "Un hecho convenientemente omitido cuando se filtró la noticia", señalan desde el medio estadounidense. El trade implicaba a Cleveland, Indiana y Phoenix. Paul George y Eric Bledsoe desembarcarían en el actual subcampeón e Irving y Channing Frye, en Arizona. No se llegó a buen puerto porque los Suns no quisieron desprenderse de su pick cuatro destinado a Josh Jackson.

LeBron: "Eso no tiene sentido"

Toda esa operación se movió entre bambalinas. No hubo una oferta formal, pero el daño estaba hecho. A Irving le afectó y se convenció, además, de que el entorno de LeBron (donde se encuentra el mismo representante de Bledsoe) fue el que orquestó las negociaciones. Fuentes de la Liga y de los Cavs niegan esa idea: fue David Griffin, antiguo mánager general, quien inició el baile. El base decidió guardar silencio, mientras todos los detalles de su petición de salida se distorsionaban, según sus palabras. "No sentí la necesidad de decir nada porque sabía la verdad y ellos también. Entonces no importaba lo que decían los demás", señala ahora. "No me querían allí". "Eso no tiene absolutamente ningún sentido", respondió James a esta última afirmación.