LeBron: ¿a Houston en verano?

LeBron James cumplirá 33 años en unos días (30 de diciembre). Como el buen vino, el rey mejora con el paso del tiempo. Siempre encuentra una faceta de su juego que aún puede dar un pequeño (gran) salto y deja boquiabierto al mundo del baloncesto con una mejor versión de lo que parecía prácticamente inmejorable. En su decimoquinta temporada en la mejor liga de baloncesto del mundo, LeBron está promediando 28,3 puntos (mejor marca desde 2010), 8,3 rebotes y 8,7 asistencias, además de estar lanzando mejor que nunca: +57% en los tiros de campo, +41% desde el triple, 63% en porcentaje de tiro efectivo (eFG%) y +65% en el porcentaje de tiro real (TS%). Todo mejores marcas de su alucinante carrera.

La pregunta es, ¿será suficiente para LeBron? Y la respuesta, evidentemente, es que no. El rey es inconformista por naturaleza y, pese a que ya lo ha ganado todo en sus quince años en la competición, quiere volver a ganar por encima de cualquier cosa. Ganar otra vez. Ganar más.

Sus Cleveland Cavaliers están realizando una buena temporada después de un inicio para olvidar. Y aún falta Isaiah Thomas, que no debería tardar en regresar. Sin embargo, con los Celtics creciendo sin parar en su propio patio (el este) y los todopoderosos Warriors (Rockets, Spurs, Thunder...) amenazando desde el otro lado del cuadro, se antoja complicado (aunque no imposible) que LeBron acabe con un nuevo anillo entre los dedos esta campaña. Y más aún que el veterano equipo de los Cavaliers tenga cuerda para competir por todo las próximas temporadas. Cuerda que no le faltará a LeBron...

Los Rockets

Mientras las piernas aguanten (eternamente, si basamos nuestro estudio en la evolución de James), el rey será uno de los mejores jugadores del mundo, si no el mejor. Y en verano podrá volver a elegir destino con todo tipo de pretendientes enzarzados en una guerra de pujas que no se llevará el mejor postor, sino el mejor candidato. El vencedor será, casi con toda seguridad, el que ofrezca a LeBron más posibilidades de pelear por el anillo las próximas temporadas.

Con esto en mente y sin olvidar a los propios Cavaliers (es el este, es su ciudad y es su equipo), las opciones de equipos jóvenes como 76ers o Lakers podrían perder comba en comparación con una posible propuesta de los Houston Rockets. La franquicia que lidera desde las oficinas el atrevido Daryl Morey y que conducen sobre el parqué dos de los mejores generadores del planeta, Chris Paul (íntimo amigo de LeBron) y James Harden, podría ser el destino ideal desde el punto de vista baloncestístico. Los Rockets se han acercado todo lo que uno se puede acercar a los Warriors. Y serían, quizás, el destino que más acercaría el anillo al rey.

Muchos más factores entran en juego (sus negocios, su familia...), pero mientras LeBron siga compitiendo a este nivel, el baloncesto debería ser una prioridad para este fenómeno inconformista rompe récords. Y si es el anillo quien llama, Houston podría ser su próximo destino.

Según publica Sam Amick en USA Today Sports, en los Rockets hay cierto optimismo silencioso en referencia a un posible aterrizaje de James. Y también existe esa sensación en ejecutivos rivales, que creen que la franquicia Texana podría tener una oportunidad real de conseguir el fichaje del mejor jugador del mundo el próximo verano.

Las matemáticas salariales serían complicadísimas. Los Rockets no tienen margen y Chris Paul también termina contrato (LeBron tiene opción de jugador). Sin embargo, como bien indica Amick en su artículo del sábado, vivimos en un mundo en el que las estrellas se suelen acabar saliendo con la suya en este tipo de situaciones. Un si quieres puedes que ha llevado a los Warriors (milagros varios de por medio) a ser lo que son, que ha terminado con Paul George y Carmelo Anthony en los Thunder, con el propio Chris Paul en Texas, etc. La pregunta todavía no es cómo, de eso ya nos ocuparemos más tarde. La pregunta es si LeBron elegirá o no Houston.