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RetaBet Bilbao Basket
62
San Pablo Burgos
78
Finalizado

ACB | BILBAO 62 - BURGOS 78

El Burgos empieza a ver la luz y lleva la angustia a Miribilla

Un partido muy serio, con Fisher (22 puntos) estelar, coloca a los castellanos a un triunfo de la salvación. Mrsic y Thomas no fueron revulsivo para un equipo que ha caído en barrena.

Bilbao
Álex López ante Hammink
Álex López ante HamminkMiguel ToñaEFE

La ACB abolió hace tiempo aquel playoff del descenso que cortaba la respiración durante cinco partidos. El cartel de Miribilla anunciaba hoy una versión 'light' de aquel drama. Y se notó durante toda la matinal, con dos equipos, especialmente uno, maniatados por la tensión ante lo que había en juego entre los dos peores quitando el Betis. Es decir, los candidatos claros a perder la categoría, porque ahora la Liga sí despeña a los dos últimos, no como antes. El Burgos está creciendo y ya percibe que después de tantos años queriendo dar el salto a la élite, puede quedarse algo más de un año (tras imponerse al UCAM Murcia, ya tiene la segunda, su estreno a domicilio en la élite), mientras que el Bilbao Basket nota la soga al cuello. Ahora el ataque, ese arma que le proporcionaba cerca de la centena antes, le ha abandonado. Mrsic quería defender duro los primeros diez-quince segundos de posesión del rival, pero este rompió casi siempre jugando en llegada. Diego Epifanio controló el partido en todo momento y movió sus piezas con una seguridad aplastante para tratarse de un vicecolista. Hasta el infierno de Miribilla es ya manso y casi de LEB: la ruidosa afición burlagesa se comió el ambiente de la 'final' entre los desheredados. 

Hervelle hizo pronto dos faltas, malas noticias en el dispositivo defensivo del Bilbao. El Burgos se fue a lo seguro: a dañar al contrario bajo el aro, cuando Saiz relevó a Huskic, tocando todos los balones. El pulso discurrió en términos de igualdad, con el RETAbet moviendo bien el balón, hasta que Fisher, un perfil de base culón de esos con talento que en la historia de este deporte tanto se ha visto brillar por Europa, firmó un 0-11 con dos triples, un dos más uno y una canasta: 21-29 a 4:08 para el descanso; el parcial completo fue de 0-13 (incluyendo un fadeaway de Vega). El Burgos encontraba soluciones bajo el aro o rompiendo desde fuera en los unos contra uno para sacar al exterior, justo lo que no tiene un Bilbao basket que cada vez parece un equipo más encogido. El techo de la ventaja fue un 21-31.

El sello Mrsic aún no se aprecia. Es difícil recolocar las piezas en tres días. Empleó a Mumbrú de tres durante un par de fases del partido y tiró muchos minutos del recién llegado Thomas, un jugador intenso, muy móvil, con un lenguaje gestual que gusta a la gente. El Burgos ya se lo creía en el tercer cuarto, cuando adquirió una ventaja de once puntos. Los exteriores tenían recursos para romper y equilibraron su juego por dentro con Thompson, un jugador buenísimo en el poste medio. Mientras, el RETAbet se puso en manos de Mumbrú, casi su único argumento.

El Burgos estabilizó una ventaja cercana a la decena y su fe parecía inquebrantable, mientras el ataque local era un verdadero drama (16 pérdidas). Antes de entrar en el cara o cruz del último acto, un problema con el reloj añadió mayor dramatismo a la escena. Diego Epifanio no tenía problema en entregar la defensa del cinco al uno. Su equipo 'zoneaba' en ocasiones y se ajustaba automáticamente, así que no tenía problema de emparejar al pequeño con el grande. Hay tan poca circulación en el RETAbet, que el balón muere de hieratismo, está más quieto que la momia de Tutankamon con arresto domiciliario. No suele entrar jamás en las manos adecuadas. La partida de ajedrez estaba servida y cuando el luminoso daba la sonrisa más amplia los castellanos (49-60 a -8 23), Mrsic metió una zona 3-2. Hervelle tomó las riendas cuando descansó su 'alter ego' Mumbrú (al que anuló bien el equipo castellano en el tramo decisivo) y recortó la diferencia hasta los cinco. Pero el Burgos había tenido descansando largo tiempo a Fisher, que salió muy fresquito a cinco minutos para acabar, y encima con Thompson. Huskic estuvo muy certero también en el poste. En un abrir y cerrar de ojos el tema volvió a los diez para el San Pablo. Mrsic probó de base con Redivo, muy apagado y errático en tiros sin marca como si la Ventana FIBA le hubiese metido plomo en las piernas. El desenlace fue el previsible: un equipo que se cree la permanencia y otro de cartón piedra destrozado anímica y físicamente.