PANATHINAIKOS 82 - REAL MADRID 80

El Madrid desperdicia un +16 ante 18.300 hinchas griegos

Los blancos firmaron una primera parte modélica, pero luego la intensidad del Panathinaikos les agarrotó. Mal arbitraje y mal partido de Doncic en un OAKA espectacular.

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Frente a un Panathinaikos al alza y un Calathes crecido (casi triple-doble y 42 de valoración en la jornada anterior), el partido no tenía buena pinta para un Madrid que voló dejando en la enfermería un quinteto entero. Sin embargo, en el arranque del tercer cuarto, se puso 16 arriba mientras sonaban los violines: 40-56. Hasta ahí firmó un partidazo, una actuación modélica con Rudy y Reyes rejuvenecidos, Thompkins en su mejor versión y Tavares exhibiendo una amplia capacidad de influencia. Bien Yusta (se emparejó de inicio con Calathes) y destacado entonces Doncic, que hizo de cuatro falso falsísimo. Dominio del rebote (8 a 20 al descanso) y porcentajes de tiro de concurso. De ahí en adelante, cuesta abajo en la rodada made in OAKA ante 18.310 hinchas griegos.

Los blancos se diluyeron como un azucarillo. Encajaron un parcial de 13-0 en tres minutos que el Panathinaikos estiró hasta un salvaje 22-6 que desecaba toda la renta visitante: 62-62, minuto 28. Singleton, Gist y un exmadridista, KC Rivers, acaudillaron la reacción. Hacían pupa en el rebote de ataque, a Tavares le sacaban de su sitio y el nivel defensivo subía al límite de lo permitido por los árbitros. Que fue hasta el infinito y más allá, incluido un golpe de Singleton a Doncic que Lamonica no castigó como antideportiva ni viéndolo repetido en el vídeo.

El resultado, un PAO reenganchado y un Madrid anulado, incapaz de ver aro. Doncic entró en una vorágine de pérdidas (8 al final) y triples forzadísimos que arrastraron a la cuneta a su equipo pese a que los números aseguren otra cosa (19 puntos; aunque 10 en el primer cuarto). Campazzo tampoco supo salir al quite. Solo los genios son capaces de semejantes contrastes.

Para el Madrid mirar a la canasta ya era una hazaña. Pasó de meterla desde todos los rincones, 54 tantos en la primera parte, a sumar apenas 26 en la segunda, solo 11 en el último cuarto. Rudy y Reyes dieron una nueva oportunidad a los suyos. También Thompkins, que colocó dos tapones consecutivos y le buscó las cosquillas a Singleton. Y… Doncic, que clavó un triple a una pierna para igualar a 77. Luego volvió a empatar a 80 desde la personal y a falta de 15 segundos un manotazo de Rudy (al balón) lo transformó Gist en dos tiros libres embocados: 82-80.

Último ataque

Campazzo encaró, se vio acorralado en la zona y sacó con tino para Thompkins. Triple que valía la victoria, triple que no entró. Ganó Xavi Pascual y su Panathinaikos tras remontar 16 puntos. Invicto en casa. El Madrid suma cuatro derrotas en nueve jornadas. Una Euroliga durísima, pero eso ya lo sabíamos.