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NBA

¿Y si la solución de los Lakers es firmar tres años más a Deng?

Los Lakers quieren a dos estrellas el próximo verano y ahora no tienen margen salarial. Deberían deshacerse del contrato de Deng. ¿O no?

¿Y si la solución de los Lakers es firmar tres años más a Deng?
Christian PetersenAFP

Todo el mundo en la NBA sabe que los Lakers quieren fichar a dos grandes estrellas de cara a la próxima temporada. Ese ha sido el proyecto de Robe Pelinka y Magic Johnson desde que se pusieron a trabajar en los despachos de una franquicia que lleva demasiado tiempo sin ser lo que era. LeBron James, Paul George, DeMarcus Cousins… Así que los angelinos tratan de que sus jóvenes parezcan lo suficientemente competitivos como para que los grandes jugadores se animen a ir (y les está costando) pero también tienen que hacer hueco salarial, vía que abrieron con la salida de D’Angelo Russell para desprenderse del contrato de Mozgov (firmó por 4 años y 64 millones) en el verano de 2016. Y de aquí al final de temporada tendrán que buscar solución al otro problema que Jim Buss y Mitch Kupchak dejaron antes de que Jeanie Buss forzara la salida de ambos de la franquicia: el otro contrato inexplicable del verano de 2016, los 72 millones por cuatro años firmado a Luol Deng.

Mientras la afición angelina piensa en formas de liberar ese contrato, cómo y sobre todo a qué precio, el periodista Eric Pincus (un veterano del área de L.A. que es además un experto consumado en cuestiones salariales) pone la vía contraria sobre el tapete: la forma de tener espacio para fichar a dos súper estrellas podría no pasar por deshacerse de Deng sino por ampliar su contrato (ahora 17,1 millones, la próxima temporada 18 y la siguiente, 18,8).

Así razona Pincus, que desde luego es creativo: el límite salarial estará en unos 101 millones de dólares. LeBron arrancaría en 35,4 y George o Cousins, en 30,3 (si ambos van a su máximo). Los Lakers solo tendrían ahora mismo 47,5 millones si dejan ir a Julius Randle, Brook Lopez, Kentavious Caldwell-Pope, Corey Brewer, Andrew Bogut y se liberan de algunos contratos menores de los que forman su núcleo de jugadores jóvenes. El principal obstáculo son esos 18 millones de Deng, que por su parte ya ha filtrado que vería bien un cambio de aires porque no está fuera de la rotación de Luke Walton. El precio de dar salida al británico de origen sudanés antes del cierre del mercado podría ser Randle (o Clarkson) y una primera ronda que llegue con buenas perspectivas. Con una operación así los Lakers al menos encontrarían un uso a la salida obligada de Randle, al que tendrían que firmar una qualifying offer de 5,6 millones para convertirlo en agente libre restringido. Esto supondría 12,4 millones contra el cap: imposible si la franquicia mantiene su plan actual.

E incluso así no sería fácil porque pocos equipos van holgados en sus cuentas salaries. Así que Pincus echa mano del convenio colectivo y cree que la mejor baza para los Lakers sería firmar a Deng (32 años) una extensión por tres temporadas. Por muy raro que suene. El asunto es complejo: los equipos pueden cortar a los jugadores con la stretch provision, que les garantiza su sueldo en un máximo del tiempo que les quedaba de contrato más una temporada. Así que los Lakers, ahora mismo, podrían deshacerse de Deng dándole 7,4 millones durante cinco años. Pero eso solo les daría 9,8 millones de espacio salarial extra la próxima temporada. Quedarían en 57,3 millones, todavía insuficiente para sus ansias de grandeza exprés. Pero con una extensión por tres años (cuyas cantidades de dinero extra no tienen por qué estar garantizadas), los Lakers podrían cortarle después a razón de 3,3 millones durante 11 años. Eso abriría sin más movimientos el hueco necesario para, por ejemplo, George y Cousins. Todavía no para LeBron, que en este escenario tendría que aceptar un pequeño descuento. Deng, por su parte, podría firmar con otro equipo por unos 2,4 millones que sumaría a esa cantidad de la strech provision de los Lakers, que incluso podrían garantizarle tres millones totales más en su nueva extensión.

Si además los Lakers traspasaran a Clarkson, podrían abrir espacio para LeBron, George o Cousins y un extra de 8,7 millones para tratar de mantener a Lopez o Caldwell-Pope, por ejemplo. No son cuentas fáciles e incluso cuadrándolas, no hay ninguna garantía de que las estrellas quieran ir a jugar a estos Lakers a los que tanto les cuesta arrancar. Malos tiempos hasta que se demuestre lo contrario…