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LAKERS 92 - CLIPPERS 108

Beverley alecciona a Lonzo Ball y su padre LaVar no se calla

El de los Clippers se encargó personalmente de complicar el debut del base angelino. Su padre: "Deberíais cerrarle la p... boca. ¿Quién es Patrick Beverley?"
Final NBA: Warriors vs Cavs, juego 4

Patrick Beverley y Lonzo Ball pugnan por un balón.
Patrick Beverley y Lonzo Ball pugnan por un balón.Kelvin KuoUSA Today Sports

Guste o no, el debut de Lonzo Ball en la mejor Liga de baloncesto del planeta quedará para siempre unido a la figura de Patrick Beverley. El base, quien también se estrenaba como jugador de los Clippers, quiso dar una lección al joven novato desde el instante preciso en que saltó al parqué. La dura personal que cometió en la mitad del campo para marcar territorio es buena muestra de ello.

Según los datos de ESPN Stats&Info, el ex de los Rockets defendió al número dos del último draft en 29 jugadas en las que el rookie firmó una estadística de 0/2 en tiros y apenas tuvo tres oportunidades para asistir a sus compañeros.

Pero la cosa no acaba aquí. Tras el descanso y antes de romperse definitivamente el encuentro, Beverley clavó un triple desde la esquina que no dudó en dedicárselo a Ball como si se tratara del célebre luchador John Cena. "No puedes verme", le decía a la par que tapaba sus ojos con la palma de la mano.

Un duro emparejamiento sobre el que ya había advertido el propio Magic. "Le ha explicado que enfrentarse a Patrick Beverley no es ninguna broma. Se trata de uno de los mejores defensores (la temporada pasada formó parte del mejor quinteto, All NBA, defensivo) y uno de los que mejor juega la baza psicológica. Una vez que te lleva a su terreno, te ataca. Es muy parecido a Draymond Green", explicaba el presidente de los Lakers. 

"Juega duro, sabe hacer su trabajo y lo hace muy bien. Sabe meterse en la piel de cada uno y hacer lo que sea menester para ayudar a ganar a su equipo", valoraba Lonzo. Quería huir de polémicas. Sabía decisión. Ya bastante tiene que soportar con lidiar con la enorme presión mediática que recae sobre sus hombros en estos primeros días como profesional. En su estreno apenas lanzó media docena de veces a canasta (1/6 y un 0/2 desde la línea de personal), capturó 9 rebotes (faceta en la que más cómodo se le vio) y repartió 4 asistencias. Atendiendo a las expectativas (altísimas), un gris debut.

Tras la victoria de su equipo, Beverley se mostró mucho menos diplomático: "Eres muy débil, cabronazo. Dejadlo solo conmigo en la cancha y ya veréis como le rompo el culo". De acuerdo a a la ESPN, esas son las palabras que gritó camino del vestuario tras el partido aunque, eso sí, sin citar explícitamente ningún nombre. Poco después, según su propio versión, este le explicó a Lonzo los motivos de su agresividad hacia él a lo largo de toda la noche: "Tenía que ponerle sobre aviso. Le he dicho que por culpa de los comentarios que genera su padre mucha gente va a ir a por él. Tiene que estar preparado y así se lo he hecho saber".

Precisamente, en una entrevista previa en Hoopshype el de los Clippers que afirmaba no tener nada en contra del jugador de 19 años ("tiene un talento enorme. Es un fantástico pasador"), pero sí contra su padre y la sobreexposición mediática a la que ha sometido a sus hijos: "Ha puesto demasiada presión sin ninguna razón para ello. Lonzo no ha hecho ni dicho nada, pero sí la gente a su alrededor. Esta es una liga de adultos en la que jugar en la posición de base se hace difícil cada noche". 

Cómo cabía esperar, los periodistas de ESPN presentes en el Staples pulsaron la opinión del propio LaVar. Cómo no, tampoco se mordió la lengua. "Deberíais cerrarle la p... boca. ¿Quién es Patrick Beverley? El año pasado estaba jugando y nadie tenía ni idea de quién era. Ahora, en el primer partido de la nueva temporada, sí. ¿Por qué? Porque el nombre de Lonzo está relacionado con él. Vi la forma en que me miraba cuando estaba en el banquillo. Buscaba entablar contacto visual conmigo, pero le miré de pasada porque no es nadie. Vale, es un partido. Pero sigues sin tener tus propias zapatillas y sin ser tu propio jefe", terció el siempre mordaz LaVar Ball.