A cinco días de iniciar su trayectoria en la Euroliga, recibiendo en el Palau al Panathinaikos de Xavi Pascual, el Barcelona de Sito Alonso cumplió el trámite ante el San Pablo Burgos, ascendido, por fin, esta temporada y que demostró que va a tener que luchar al límite para mantener la categoría.

El 111-81 final fue lo de menos y que Sito Alonso sigue intentando acoplar a su amplia plantilla y mientras que Víctor Claver y Ante Tomic aún siguen en el dique seco hoy reapareció el pívot Pierre Oriola, debutando en Liga Endesa con la camiseta azulgrana, sumando 16 puntos y 6 rebotes en los 19 minutos que estuvo en pista.

Con 15 triples de 33 intentos y dominio del rebote casi absoluto (39 por 24) el Barcelona siempre jugó cómodo ante un rival donde sus hombres claves: Corey Fisher, Goran Huskic, Deon Thompson o Álex Barrera solo jugaban a ráfagas y su equipo notó esa irregularidad.

El Barcelona abrió brecha rápidamente con diez puntos de Pau Ribas en los primeros cinco minutos (18-11, m.5). Un tiempo muerto del técnico visitante Diegp Epifanio cortó algo la racha local, pero el domino de Kevin Seraphin en los tableros y las pérdidas burgalesas (8 en el primer cuarto) llevaban a un claro 29-18.

Thomas Schreiner, Álex López y Sebas Saiz lograban recortar al inicio del segundo cuarto (31-25, m.12). Esto hizo reaccionar a los de Alonso. Oriola por dentro y Heurtel y Moerman por fuera (dos triples seguidos) llevaban a la máxima ventaja local hasta ese momento (52-36, m.18). Solo cinco puntos casi seguidos de Corey Fisher recortaban al descanso (56-41).

Pau Ribas volvía a pista en el tercer cuarto y a los diez puntos del primer cuarto le sumaba once más en éste (con tres triples) y el Barcelona llegaba a su máxima ventaja (71-49, m. 25), pero Fisher y Javi Vega respondían también desde la línea de 6,75 (81-67, m.29).

El tercer cuarto se cerraba con un triple de Adam Hanga (84-67) y era el décimo segundo del Barcelona tras los diez sumados por Ribas (5) y Moerman (5).

Y en el último cuarto poco que explicar. La máxima ventaja del partido llegaba tras dos triples seguidos de Koponen (105-75 m.39); 30 puntos que se mantendrían hasta el 111-81 final.