Comienzan tras padecer una plaga de lesiones.

Eso es incontrolable. Marcelinho y yo hemos coincidido por eso muchos minutos en la cancha. Dos bases que tenemos una gran química y eso se nota. Nos tocará dar un pasito adelante y jugar en posiciones en las que no estamos tan habituados.

¿Cómo ve a Pablo Prigioni de entrenador?

Como jugador tenía mucho carácter, y ahora es igual. Pero es muy cercano. Puedes hablar con él, debatir jugadas...

¿Cuáles son sus objetivos personales? ¿Y los del club?

En los últimos años el Baskonia no llegó a donde se supone que debe estar, como en la era de Prigioni y Scola, y queremos volver a poner al club ahí arriba. Personalmente, quiero mejorar más mi juego. Me fui de España en 2015 siendo el mejor base de la Liga y espero alcanzar ese nivel e incluso superarlo.

¿Cree entonces que los dos años en Turquía han podido frenarle?

No, ahora me considero mucho mejor jugador, más maduro.

Su nombre ha sonado mucho este verano, ¿se vio siempre en el Baskonia?

El Baskonia fue el equipo que se puso en contacto conmigo nada más acabar la temporada. Me supo esperar. Al no salir el tema NBA, mi primera opción fue el Baskonia.

¿La plantilla es lo suficientemente ambiciosa para pelear por los títulos?

Sí, se ha hecho un proyecto ilusionante con una gran mezcla de juventud y experiencia. Los fichajes vamos a dar un plus al equipo. Por dentro está Poirier, que no le conocía y me ha sorprendido muchísimo.