Superávit de pívots en los Knicks: ¿Cómo afecta eso a Willy?
Kanter llega a un equipo en el que ya están Noah, O'Quinn y Willy. Y que entra en reconstrucción con Porzingis como jugador franquicia.
Acabó la era Carmelo en Nueva York: descanse en paz un período de más de seis años (22/02/2011-25/09/2017) para el que los Knicks hipotecaron su futuro. El resultado, tres viajes a playoffs y solo una eliminatoria superada después de una temporada en la que llegaron 54 victorias y Carmelo le quitó a LeBron el voto que le impidió ser MVP unánime. Después, todo se fue al traste y Melo sale con 33 años y sin dejar ni siquiera una primera ronda de draft. Sin ninguna duda más víctima que culpable de lo que ha sucedido a su alrededor en la Gran Manzana durante el último lustro, la paz que deja su salida ha acabado siendo un valor que los Knicks querían abrazar a toda costa. Así son las cosas: mucho ayuda el que no estorba.
Los Knicks empiezan camino sin distracciones pero también sin excusas: ya no están ni Phil Jackson ni Carmelo Anthony. Steve Mills manda con Scott Perry como mano derecha y Jeff Hornacek se olvida del triángulo ofensivo que casi le manda al paro y promete un nuevo estilo, mucho más veloz y con más tiro exterior. Unos nuevos Knicks que gravitarán en torno a Kristaps Porzingis, que se erige en jugador franquicia con 22 años y apenas meses después de salir echando pestes de la ciudad después de una temporada calamitosa. En teoría, es su momento.
Y en teoría, los Knicks aspiran a reconstruirse con calma y perspectiva, valores que le han faltado desde… desde hace demasiado tiempo. Dejémoslo ahí para no hacer arqueología. En esos nuevos Knicks a los que no angustia otro año sin playoffs (sería el quinto seguido) sino asegurarse de escribir despacio pero con buena letra juega Willy Hernangómez, que tiene 23 años (el arco de edad similar al del nuevo jugador franquicia es un dato muy importante) y jugó una buena temporada rookie en la aterrizó con buen pie en la NBA (8,2 puntos y 7 rebotes por partido). Con algunos asuntos pendientes (en defensa, sobre todo) Willy hizo lo que tenía que hacer en un equipo y una ciudad donde no era fácil hacer lo que tenía que hacer. Y ahora afronta una segunda temporada en la que a la competencia conocida suma la de Enes Kanter, que llega a cambio de Carmelo junto a Doug McDermott y una segunda ronda de draft.
Así que los Knicks se encuentran con superávit en ese puesto de pívot que precisamente es tan sospechoso en la actual NBA. Y a los cincos puros hay que añadir los minutos que tendrá en esa posición el propio Porzingis, algo que en teoría irá a más a medida que vaya sumando años de carrera:
-Joakim Noah: 32 años, 55,4 millones hasta 2020 (17,7 la próxima temporada).
-Enes Kanter: 25 años, 17,7 millones la próxima temporada, player option de 18,6 la 2018-19.
-Kyle O’Quinn: 27 años, 4 millones la próxima temporada, player option de 4,2 la 2018-19.
-Willy Hernangómez: 23 años, 4,5 millones hasta 2020, la tercera temporada no garantizada, 1,43 millones la próxima.
Perry reconoció en el media day que habrá llamadas de teléfono porque siempre las hay, que puede haber movimientos y que estos podrían involucrar a uno de los pívots del equipo. Según la prensa neoyorquina, el sueño de los ejecutivos sería deshacerse del contrato de Noah, una locura para un jugador machacado por las lesiones, que arrastra una sanción por dopaje y que ha parecido hasta ahora una inversión desastrosa de los Knicks. Él piensa en recuperar el terreno perdido y, si lo hiciera (no parece muy probable) daría al juego interior del equipo algo que el resto apenas aporta: defensa.
La otra gran baza de traspaso es O’Quinn, que puede jugar también de ala-pívot y que tiene un contrato manejable aunque pocos pretendientes. Y luego está Kanter, que arrastra otro dineral y que ha demostrado desde 2011 que puede hacer números recibiendo en el poste pero que es un agujero negro en defensa.
Producción ofensiva y problemas defensivos es algo que ahora mismo Willy comparte con el turco, que todavía tiene 25 años pero arrastra esa gigantesca extensión de contrato y tiene un suelo conocido pero un techo más bajo que Willy, que es un jugador todavía por explotar y que en principio, siempre según la prensa de la Gran Manzana, entra en el nuevo proyecto (el proyecto Porzingis) y dentro de un núcleo duro en el que estarían Porzingis, Hardaway Jr., Baker, Ntilikina y el pívot español.
En teoría el lugar de Willy (1,4 millones la próxima temporada por los 35,4 que percibirán entre Noah y Kanter) está asegurado, aunque en la NBA tal cosa rara vez es una garantía absoluta. El reparto de minutos va a ser más peliagudo mientras no haya más movimiento y el estilo de juego, si realmente cambia hacia donde Hornacek airea que cambiará, le obligará a adaptarse. Si lo hace y trabaja su aportación defensiva, no solo formará parte del futuro de los Knicks sino que sería el favorito para ser pívot titular, más si el objetivo se sitúa realmente, y por fin, a medio y no a cortísimo plazo. Hay superávit pero en teoría el que sobra en Nueva York no es Willy Hernangómez. Ahora mismo eso parece claro.