Mirotic: 5 millones extra, veto de traspaso y segundo año en el aire
Año clave para él. será el segundo mejor pagado de los Bulls, mejora los 7,5 de la qualifying pero tendrá que ganarse su continuidad.
Consistencia: “Duración, estabilidad, solidez” según la primera acepción de la RAE. Y la palabra que está marcando la carrera NBA de Nikola Mirotic según la primera del diccionario de la NBA. Tres años después y camino de los 27 (los cumplirá en febrero) el español de Titograd sigue siendo una incógnita para muchos, una experiencia agridulce para otros cuantos y la promesa de un ala-pívot de primer nivel todavía para algunos. Aunque cada vez menos. Siempre ha faltado consistencia: duración, estabilidad, solidez.
Pero el caso es que, tres años después, Mirotic y los Bulls podían haberse separado y no lo han hecho. Han decidido seguir juntos cuando podrían haber corrido un tupido velo. Mirotic renunció al Eurobasket, se ha pasado el verano entrenando en Chicago y ha ganado unos cuantos kilos de músculo. Y finalmente se ha quitado la angustia de encima a las puertas del training camp y cuando tenía ya a la vista la fecha tope (1 de octubre) para firmar la qualifying offer para la próxima temporada (7,5 millones de dólares).
Básicamente, ha sido una partida demasiado larga y con la baraja marcada. Los Bulls se sentaron a mascar chicle en cuanto vieron que no había ofertas peligrosas para un Mirotic que comenzó la agencia libre con la intención de llevarse unos 15 millones al año. La cifra final es un acuerdo intermedio entre eso y los 7,5 de la qualyfing: 27 millones por dos años pero plenamente garantizado solo el primero, en el que percibirá 12,5 millones. Es decir, 5,3 más de lo que parecía que iba a llevarse llegado ya el otoño.
Un veterano en unos nuevos Bulls
Así que una buena operación económica pero también una de exigencia deportiva: el segundo año no garantizado (la consistencia…) le obliga a ganárselo en la pista. Esto tiene su obvio riesgo pero también una ventaja: esa team option que se han guardado los Bulls permite a Mirotic tener derecho de veto sobre cualquier posible traspaso. En la práctica, un jugador que se ha pasado meses en rumores de salida controla su destino desde ahora y hasta el próximo verano.
La próxima temporada, Mirotic será (por detrás de Robin Lopez y sus 13,7 millones) el segundo mejor pagado de los Bulls. Ya sin Dwyane Wade, sube plaza con Cristiano Felicio tercero (7,8 millones). Su lugar es extraño en un equipo que tal vez empiece a mirar pronto al draft 2018. Camino de los 27 años, es ya casi un veterano (y más en ese vestuario) ante su última o penúltima oportunidad de convertirse en el jugador que creímos que podría llegar a ser. En estos Bulls post muchas cosas (post Butler, todavía post Thibodeau dos años después…) el futuro debería estar en los Dunn, LaVine, Markkanen y lo que despunte de un buen montón de jugadores que, por unas cosas u otras, tienen que definir su situación: Mirotic, Zipser, Felicio, Holiday, Grant, Portis y quizá hasta Denzel Valentine. Es el asunto de esta temporada para unos Bulls a tientas, con vistas al draft y a un próximo verano en el que serán uno de los equipos que más espacio salarial maneje (hacia el rango de los 50 millones).
Mirotic, por lo tanto, tendrá que hacerse sitio con la competencia de un ala-pívot muy distinto a él, Bobby Portis, y de otro más parecido pero con la pole position en lo que a opción de futuro se refiere: Lauri Markkanen llega desde el número 7 del draft, tiene 20 años y potencial (por ahora solo eso) de jugador franquicia. Solo si él y Dunn cuajan en jugadores importantes la luz de la historia será algo más benévola de lo que hemos sido en los últimos meses con el traspaso de Jimmy Butler a los Wolves.
Así que los Bulls se dan este año para aclararse con Mirotic, un jugador de cuya fragilidad mental ha hablado sin tapujos el vestuario y al que vimos la temporada pasada apartado sin jugar... y titular en los playoffs. Pero después del ruido y unos altibajos muy pronunciados, queda un balance por ahora pobre: en su carrera 10,8 puntos, 5,3 rebotes y 1,2 asistencias por partido. Por debajo del 41% en tiros, en un 35% en triples que cayó del 39 al 34 entre las dos últimas temporadas y una fiabilidad en el tiro libre (en torno al 80%) que arregla su true shooting percentage y lo pone por encima del 50%.
Cuando las cosas apuntan hacia arriba, Mirotic vuelve a tropezar. Cuando parece al límite, deja una semana a su mejor nivel… Inconsistencia, algunos picos pero más valles: en tres temporadas solo 22 partidos con al menos 10 rebotes, 110 partidos con menos de 10 puntos por 30 con más de 20. La pasada temporada solo un 32% en lanzamientos en catch and shoot (debería ser una de sus grandes armas en el juego NBA) y un 27% en tiros con el defensor encima.
Muchos jugadores dan su gran salto de calidad en las temporadas segunda y tercera. A Mirotic le toca en la cuarta y cuando debería entrar, camino de los 27, en sus años de plenitud. Después de tres temporadas, es todavía una incógnita para gran parte de la NBA, da la sensación de que también para su propio equipo. Su potencial, lo que se intuye, viaja en su nuevo contrato con más maletas que lo que ha demostrado, responsable de ese condicionante de la segunda temporada. Así que ha llegado, desde luego, la hora de la verdad en su carrera NBA.