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SUPERCOPA | VALENCIA 83-UNICAJA 78

Revancha del Valencia Basket con Erick Green a los mandos

El equipo taronja ganaba por 17 en el 2º cuarto, pero el Unicaja apretó en defensa y empató a falta de 2:52 (75-75) y no vio aro. Green acabó con 18 puntos.

Revancha del Valencia Basket con Erick Green a los mandos

Planeó la sombra de la final de la Eurocup. Ocurre que, como entonces, jamás se rindió el Unicaja, aunque esta vez no pude remontarle al Valencia. Imposible un mejor comienzo de la Supercopa, con dos equipos de Euroliga peleando la primera semifinal hasta el último segundo.

No fue más que un espejismo verde aquel triple de Nedovic que puso al Unicaja por delante en los albores del partido, 2-3. A lomos de Green y San Emeterio el Valencia Basket tomó rápido y fácil las riendas del partido, y el 7º punto del alero vallisoletano mantenía a los suyos en vereda, 15-10. Vives, penetrando con una facilidad pasmosa, estiró la ventaja naranja hasta el 19-10, y el 10º punto de Green, un triple para el 24-14, obligó a Joan Plaza a parar el partido tras siete minutos de juego. Nada cambió, pues un palmeo agónico de Thomas ponía un elocuente 31-18 al final del primer cuarto.

A la vuelta, se avecinaba paliza tras un vals de Dubljevic bajo el aro, 35-18, pero tres triples seguidos del Unicaja, dos de Salin y otro de Soluade, anunciaban que aún había partido, 35-27. Green seguía haciendo de las suyas, 14 puntos en los primeros 20 minutos, y un triple de un entonado Thomas devolvía el +10 a los ‘locales’: 44-33. El Unicaja quiso pero no pudo o, tal vez, es que no de le dejaron. El caso es que no peligraba la ventaja levantina, y una jugada de videoteca entre el omnipresente Green y el propio Dubljevic le daba la máxima a los suyos, 50-36, antes de encarar el descanso.

Sastre elevó esa ventaja al 52-36 nada más reanudarse el partido. Prácticamente desaparecido en el primer acto, se imponía que Nedovic espabilara si el Unicaja quería tener la más mínima opción de remontada. Y vaya si lo hizo el exterior serbio, 23 puntos finales, primero con un triple que podía ser insustancial para el 52-39, pero luego hizo otro que puso un 54-48 casi surrealista por lo visto hasta entonces. Un gancho del infinito Pleiss pintó el 56-52 y, de paso, cortaba un parcial verde que ya alcanzaba el 4-14.

Mientras, Joan Sastre, ni rastro de cansancio tras el Eurobasket, reventó el aro contrario para darle aire a los suyos, 61-54. Sin embargo, el Unicaja ya había hecho lo más difícil, atrayendo fantasmas recientes, que era meterse en el partido. Así lo demostró el triple de Nedovic que clausuró el tercer cuarto con 66-63 en el marcador.

En medio de un precioso correcalles protagonizado por los desatados Green y Nedovic, apareció McCallum con ese 73-69 que anunciaba batalla final. Tanto fue así que Brooks igualó el partido poco después, 75-75 y poco menos de tres minutos por delante. Desde aquel lejano 2-3 que el Unicaja no iba perdiendo, acaso un nuevo partido por jugar gracias a sus tres locos ‘bajitos’: McCallum, Salin y Nedovic. El duelo triplista final entre Doornekamp y Nedovic puso corazones en un puño y desfibriladores a punto, y Diot selló la victoria naranja desde el tiro libre.