Han pasado ya más de 14 meses y medio desde que Kevin Durant anunciase su decisión de abandonar Oklahoma City para firmar por los Golden State Warriors. En su primera temporada con los de Oakland el alero cumplió ya el objetivo de ganar su primer anillo, siendo además nombrado MVP de las Finales. Un curso complicado por toda la presión que tuvo que soportar, pero exitoso. Muy exitoso. Sin embargo, sus actuaciones y comportamientos de este último verano invitan a pensar que el alero todavía no ha conseguido hacer desaparecer los fantasmas del pasado. Da la impresión de que necesita constantemente demostrar a sus críticos (y a sí mismo) que tomó la resolución correcta. Los comentarios negativos hacia su persona y las acusaciones de cobarde no le permiten pasar página ni con un título bajo el brazo.

Esa misma tesis también sobrevuela entre los miembros de la franquicia. Tal y como publica Chris Mannix en The Vertical, tanto los empleados como el resto de jugadores de los Warriors están "perplejos y desconcertados" por la obsesión de Durant con el pasado. "OKC siempre formará parte de su ADN, pero es el momento de que pase página. Ahora es un 'warrior' y las posibilidades de este equipo son infinitas. Puedo ganar campeonatos, premios y construir una de las mayores dinastías en la historia de la NBA. Los Thunder están haciendo lo suyo. Durant debería olvidarse de ellos y centrarse en sus cosas", resume Mannix sobre el sentir de la franquicia. Eso sí, nadie en la Bahía duda que el futuro del MVP en 2014 allí "sea brillante".

Las excentricidades de Durant

Hace apenas unos días, el propio KD contestó al requerimiento de un seguidor en Twitter criticando a los Thunder con su cuenta personal y hablando de sí mismo en tercera persona. Lo que hizo que surgiese la sospecha de que manejaba una o varias cuentas secretas desde las que respondía a sus críticos. Poco después pidió disculpas al respecto: "Fue una idiotez". Antes envió un mensaje a sus haters escribiéndoles un mensaje en su último modelo de zapatillas Nike. Precisamente las marcas de zapatillas también han sido uno de los frentes abiertos por él durante las vacaciones al decir que nadie lleva modelos de Under Armour, la marca de la que es imagen su compañero Stephen Curry. Ambos hablaron al respecto de este incidente y han negado tener ningún problema personal entre ellos.