FINALES NBA | WARRIORS - CAVALIERS (3-1)
Draymond Green insiste: "No me arrepiento, la gente de Cleveland no parece muy lista"
“Digo lo que pienso y lo medito antes de decirlo. Soy más listo de lo que muchos piensan y no me arrepiento”, dijo ayer el ala-pívot.
Un año más, Dryamond Green está en el corazón de la polémica en las Finales de la NBA, aunque esta vez sí jugará el quinto partido después de que hace un año su patada en la entrepierna a LeBron le costara un partido de sanción. Green vio desde una sala del Coliseum, el estadio de Athletics y Raiders adyacente al Oracle, cómo el propio LeBron y Kyrie Irving dominaban aquel quinto partido en el que los Warriors entraron en un colapso del que ya no salieron y perdieron una ventaja de 3-1. El pasado viernes, en Cleveland, Green jugó muy nervioso, enredado en peleas con unos árbitros que hicieron cualquier cosa menos templar los ánimos.
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Y después, ante la prensa, Green dijo que el público de Cleveland no era “el más listo” después de recibir abucheos e insultos durante todo el partido y de que aficionados locales insultarán también a su madre, que se encaró con algunos de ellos después del tercer encuentro.
Pero si alguien esperaba que Draymond Green matizara sus palabras en frío, se equivocaba. El ala-pívot insistió antes del trascendental quinto partido en que dijo exactamente lo que pensaba: “Soy consciente de todo lo que digo, lo pienso antes y nunca tengo que arrepentirme después por haber dicho algo que no quería. Soy mucho más inteligente de lo que piensa la gente. Sé lo que dije y lo había meditado antes de decirlo, así que no me arrepiento. En absoluto”.
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Lo que Green aseguró tras la estrepitosa derrota de su equipo fue esto: “No presto mucha atención a lo que dice la gente de Cleveland, no parece la más lista que te puedas encontrar”. En el partido, Green no fue expulsado con lo que parecía una segunda técnica porque los árbitros dijeron que había sido para Steve Kerr la primera, que a priori se le había señalado también a Green. Una confusión que estropeó definitivamente un arbitraje casero primero e histérico después y una jugada sobre la que Green insiste como muestra de su opinión del público de Ohio: “Me abuchean y creen que tengo una técnica que no tenía, así que es no de ser muy listos. Me cantan que me largue pero no me tengo que largar porque no tenía la primera técnica. Eso tampoco parece de gente muy lista”.