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¿Pueden los Spurs? Las 10 claves para sorprender a los Warriors

Guerra de estilos, de centímetros, de banquillo... Rebote, pérdidas, triples y nombres propios. Estas son las claves para San Antonio Spurs.

¿Pueden los Spurs? Las 10 claves para sorprender a los Warriors
Thearon W. HendersonAFP

Las matemáticas de ESPN y su Basketball Power Index dan a los Warriors un 83% de opciones de eliminar a los Spurs… así que los texanos se quedan con el otro 17%. Y en las casas de apuestas es todavía peor. La realidad es que los de la Bahía parecen en su mejor momento en el tramo de competición adecuado mientras que los Spurs han jugado cuatro partidos más (una serie para los Warriors, que están 8-0 con una doble barrida) y han perdido a Tony Parker. Y Kawhi podría llegar mermado después de perderse el sexto encuentro ante los Rockets con una lesión de tobillo y problemas también en una rodilla. Parece improbable, a priori, que en una serie a siete partidos los Spurs puedan con los Warriors del mismo modo que parece improbable que no tengamos el tercer Warriors-Cavaliers seguido en las Finales, algo nunca visto en la historia. Pero ahí están los Spurs, que desde luego tratarán de manejar sus armas y, si se presenta la ocasión, imponerlas. Popovich buscará cualquier rendija en la coraza a priori inexpugnable de los Warriors. Porque, al fin y al cabo y como dice el punto 10, son los Spurs…A la caza de una sorpresa que tendría tintes históricos, estos son los puntos en los que tienen que sacar ventajas:

1. El rebote. Los Spurs tienen una de sus principales armas en su capacidad para dominar la guerra de capturas y en cargar el aro contrario para obtener vidas extra en ataque. Su frontcourt con Kawhi Leonard, LaMarcus Aldridge y Pau Gasol tiene muchos centímetros y brazos muy largos. En el sexto partido en Houston, 37-60 en rebotes con 14 de ataque de los Spurs. En el sexto y también definitivo en Memphis, 28-46 con 16. Y en el 100-129 con el que arrasaron a los Warriors en la jornada inaugural de esta temporada, 35-55 con 21 de ataque para los texanos. Eso sí, los Warriors no volvieron a conceder tantos en toda la temporada y están cuidando especialmente este apartado en los playoffs: segundo en toda la NBA con 46,4 por partido (por los 46,7 de los Bulls solo en una ronda) con los Spurs a continuación: 44,8. En el estilo de los de Oakland (que en realidad manejan casi todos los estilos) sigue vigente cierta concesión en el rebote para introducir sus quintetos pequeños, demoledores en casi todos los demás aspectos: durante la temporada concedieron rebote de ataque al rival en el 25% de las opciones posibles. Claro que en playoffs han bajado esa cifra a un 17,9%, la mejor marca de los 16 equipos. Los Spurs capturan rebote de ataque en el 28,4% de sus fallos. Así que ahí se jugará una batalla clave: si los Warriors no ceden con claridad este apartado, será difícil que pierdan. Y hablo de partidos, ni siquiera ya de la eliminatoria completa...

2. Golpear cuanto antes. Los Spurs necesitan ganar un partido a domicilio en un Oracle que resulta casi inexpugnable en Regular Season pero en el que los Warriors han tenido cierta tendencia al despiste en las series de playoffs trascendentales: en las Finales de 2015 perdieron el segundo partido en casa y en la última final del Oeste les pasó lo mismo ante los Thunder. Colocar el 1-1 antes de viajar a San Antonio parece fundamental para unos Spurs que a priori no tendrán ventaja física precisamente a medida que avance la eliminatoria y que tienen que recordar, por su parte, que los Warriors han ganado a domicilio en todas las eliminatorias (diez hasta ahora) de este triunfal tramo 2015-17. Los Cavaliers asaltaron el Oracle en los dos últimos partidos, quinto y séptimo, de las pasadas Finales. Pero los Spurs no tienen a LeBron James…

3 … Pero tienen a Gregg Popovich, que ha ganado 166 partidos en playoffs y que solo tiene por delante a Phil Jackson (229) y a Pat Riley, este ya casi a tiro (171). En porcentaje, su casi 62% solo está por detrás del casi 69% de Jackson (60,6% Riley) y del 62,9% de Billy Cunningham entre los que han dirigido al menos 100 partidos de eliminatorias. Números al margen, la lección magistral de Pops ante los Rockets ha sido un recordatorio de que el inquilino del banquillo influye mucho. Y precisamente los Warriors están sin Steve Kerr, martirizado por sus problemas de espalda. Mike Brown ha ganado los seis partidos que ha dirigido (desde el tercero en Portland) e incluso ha dado su toque personal ya en aspectos evidentes como la distribución de las rotaciones. Además ambos, Kerr y Brown, se criaron con Popovich, este último asistente de los Spurs entre 2000 y 2003, con el primero en plantilla y ganando el campeonato en 2003. Veremos si la ascendencia del maestro da ventaja a los Spurs en este apartado.

4. Forzar pérdidas de balón. En los dos últimos años, casi todas las derrotas de los Warriors coinciden con partidos en los que han acumulado demasiadas pérdidas. El problema es que, como con el rebote, los de la Bahía están teniendo especial cuidado con esta estadística en un intento por difuminar cualquier debilidad en su juego: en playoffs solo 11,5 por partido, el mejor dato de cualquier equipo más allá de los Grizzlies (11,3) que cayeron precisamente ante los Spurs. Un número excelente para el equipo que más asistencias reparte (27,4 por las discretas 20,5 de los Spurs). Cuestión trascendental en la batalla entre la mejor defensa (100,9 de rating por el primo hermano 101,1 de los Warriors) y el mejor ataque (113,2 de rating para los californianos) de la Regular Season. Eso sí, en playoffs por ahora la ventaja también es para los Warriors ahí: 96,9 por 106,1 en ratings defensivos. Y 114,4 por 112,9 en ofensivos.

5. Guerra de estilos… o de ajustes. A priori los Spurs tratarán de imponer sus quintetos grandes, pero eso no les funcionó, por ejemplo, en el último duelo ante los Warriors en su pista: -10 Pau Gasol en 26 minutos, -17 David Lee en 16. Ante los Rockets jugaron esa baza pero también supieron ajustar en lineups pequeños con Jonathon Simmons como teórico cuatro. Pero los Warriors no son los Rockets, obviamente, y seguramente la mejor posibilidad de los Spurs pase por no tratar de superar a los Warriors en el territorio de los Warriors, un equipo cuya máxima potencia ni siquiera hemos visto todavía (y eso produce pánico): el megaquinteto de la muerte (la versión 2.0 del death lineup anterior que ha introducido a Durant por Harrison Barnes: Curry, Thompson, Iguodala, Durant, Green) solo ha coincidido en pista 28 minutos en los ocho primeros partidos de playoffs. No ha hecho falta más.

6. La salud de Kawhi Leonard. Es obvio que cualquier contratiempo o lesión puede alterar el panorama de la eliminatoria. Pero también que todas las miradas están puestas en Kawhi, que no pudo acabar el quinto partido (prórroga incluida) y que no jugó en el sexto ante los Rockets. Con tres días extra de recuperación, jugará… pero está por ver si al cien por cien. Una versión no plena del alero dejaría en jaque mate a los Spurs. Sin él acaban de ganar en Houston pero, repito, los Warriors no son los Rockets.

7. Klay Thompson como llave. Por ahora, Klay no está jugando bien ni está teniendo rachas extraordinarias de tiro en estos playoffs. Más bien todo lo contrario. Solo ha alcanzado los veinte puntos dos veces, y si sigue con la mano fría (una apuesta de extremo riesgo en cualquier caso) daría algo de oxígeno defensivo a unos Spurs que contarán de entrada con colocar a Kawhi sobre Kevin Durant y repartir minutos de Mills y Green para Stephen Curry, con Simmons como wildcard defensiva (excelente trabajo ante Harden). Pero si Klay entra en calor, se acaba literalmente la forma de tapar todos los cañones de un equipo supremo (115,3 puntos por partido en lo que va de playoffs).

8. Meter… o no meter. Un brindis por los que dicen que la actual NBA es finamente una cuestión de make or miss: meter o fallar los tiros más allá de tácticas y batallas de trincheras. Parece una obviedad, pero hay variaciones estadísticas que, para bien o para mal, hacen que muchas veces los baremos de la Regular Season no sirvan para nada. Los Spurs tratarán de que los Warriors no tiren cómodos de tres bajo ningún concepto, pero esto es mucho más difícil que (otra vez…) ante los mucho más unidimensionales Rockets. Y en este apartado es clave Draymond Green: 30% en triples en Regular Season (1,1 anotado por partido) y 51,2% en playoffs (2,6). Si el ala-pívot sigue en esos números (o similares) y los Spurs no pueden desentenderse un poco de él lejos de la zona, sus bazas defensivas pueden irse por el desagüe. Del mismo modo, en ataque necesitan que Danny Green tire bien y que Patty Mills haga daño con su estilo agresivo, su rango de tiro y su movilidad. Mike Brown ha avisado del peligro del australiano y de cómo cambia a los Spurs su presencia en lugar de Tony Parker en el quinteto inicial.

9. La guerra de banquillos. Otro asunto en el que los Warriors han ido construyendo fortaleza en lo que a principio de temporada era una debilidad. Los Spurs, sin Parker, reducen la rotación y tendrán que dar minutos importantes, seguramente, a un rookie como Dejounte Murray y a jugadores que no estarían en el plan A como Anderson y Dedmon. Por el contrario, en la rotación de los Warriors casi todos están en un momento excelente: más allá de los fundamentales Iguodala y Livingston, West y McGee ofrecen perfiles muy distintos en la rotación interior. El primero, además, jugó la temporada pasada en los Spurs y, medio en broma medio en serio, Brown ha asegurado que ha obtenido de él mucha información de primera mano sobre las interioridades de los Spurs. Así que al margen de todo lo demás, los Warriors también manejan el espionaje industrial

10. Son los Spurs. Parece un tópico, y lo es... o no. Los playoffs son una cuestión de ajustes, adaptación, remiendos sobre la marcha y solución de contratiempos. Y en eso no hay nadie como Gregg Popovich, como hemos vuelto a comprobar ante los Rockets. En la era Kerr (desde el verano de 2014) los Spurs son el único equipo que ha ganado cinco veces en Regular Season a los Warriors, y la serie está igualada: 5-5. Este año, 1-2 para los texanos aunque el primer triunfo llegó en el partido inaugural y el segundo en un duelo casi sin titulares en ningún bando. En el histórico de playoffs, también tablas: una serie para cada uno, 5-5 en partidos. Los Warriors ganaron en 1991 (3-1), los Spurs en 2013 (4-2). Justo antes de la llegada de Kerr y en una serie que incluyó un primer partido para el recuerdo: 129-127 después de dos prórrogas, con casi 58 minutos en pista de Stephen Curry (44 puntos, 11 asistencias). A ver ahora...