NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

CLEVELAND CAVALIERS

Los bárbaros playoffs de ese jugador total llamado LeBron

Cuando parecía haber alcanzado su cénit, ha vuelto a superarse. Acumula más puntos que Kareem, más asistencias que Kidd, más rebotes que Olajuwon y más robos que Stockton.

LeBron James.
Vaughn RidleyAFP

Mientras LeBron James esté en el Este, jugará las Finales de la NBA”, predijo Paul Pierce anoche en ‘Area 21’. “Espero que seas un hombre religioso porque vas a necesitar rezar algunas oraciones”, contestaba David Fizdale este fin de semana cuando le preguntaban qué les dice a sus jugadores cuando les toca defenderle. Son solo dos de los elogios que LeBron James ha ido coleccionando en lo que llevamos de playoffs. Tal es el dominio que ha ejercido y la sensación de control absoluto que desprende que incluso ya hay quien empieza a ver legítimo el debate: ¿LeBron o Jordan?

Mi motivación es perseguir a ese fantasma que jugó en Chicago”, explicaba a Lee Jenkins el pasado verano, semanas después de cumplir su promesa: conseguir el primer título de la historia para el equipo de su tierra, los Cavaliers. “Lo que realmente persigo es su grandeza, lo grande que era ese fantasma. Desde que llegué a la NBA, el objetivo siempre ha sido el mismo. Cuando tenía 18 años dije que mi jugador favorito era Michael Jordan. Espero llegar a ese punto algún día. Esa es mi meta personal", matizaba poco después en otra entrevista con Rachel Nichols. De momento, los seis anillos que logró Jordan doblan a los tres conquistados por el de Akron.

¿Títulos? ¿Números? ¿Liderazgo? ¿Capacidad para decidir los partidos en los últimos minutos? ¿Ser un icono global más allá del juego? Estas preguntas aparecen siempre que debatimos a la hora de nombrar y clasificar a los mejores de siempre. Además de, claro está, ese factor subjetivo tan intrínseco en este tipo de listas. La intención de este artículo (y ni mucho menos de quien lo escribe) no es situar a LeBron a la altura de Jordan —para adentrarnos en aguas tan pantanosas el primero debería poner fin a su carrera—, sino tratar de contextualizar lo que ‘King’ James está haciendo estos días.

Las 6 Finales consecutivas que contabiliza, especialmente sus conmovedoras actuaciones en las dos últimas (ambas ante los Warriors), y esa aplastante superioridad exhibida las últimas semanas hablan de una nueva evolución en su juego. Durante sus primeros años en la NBA se decía a menudo que era solo físico. Que cuando este le fallase se desplomaría. Con más de 32 años a la espalda y una carga de minutos superior a la del resto de estrellas del momento, no se puede discutir que LeBron es mucho mejor jugador que en sus inicios. Cuando parecía haber llegado a su cénit, no ha parado de progresar (y de sorprendernos) y de incorporar detalles que le complementan aún más. Y esa capacidad para seguir creciendo y mejorarse a sí mismo le convierte de facto en uno de los más grandes del baloncesto mundial. ¿Top-5? ¿Top-3? Esa, insisto, es una cuestión que mejor responda cada uno en base a sus filias y fobias.

Vayamos a lo tangible. A los números versión playoffs, donde los más grandes están llamados a aparecer. Estos dicen que ocho jugadores han disputado más partidos (207, los mismos que Ginóbili) que el de los Cavs. Sin embargo, solo cuatro (Fisher, Duncan, Horry y Kareem) le superan en victorias. Y solo Michael Jordan —con 28 presencias menos en la postemporada— ha anotado más puntos totales (5.987) que los 5.847 que contabiliza a día de hoy. Está a 141 tantos de convertirse en el máximo anotador de siempre. Al ritmo que acumula en sus 11 últimas citas (entre las 8 de este año y las tres últimas de las Finales 2016 promedia 34,9), podría superarle dentro de prácticamente cuatro partidos (¿los mismos que necesitará para proclamarse rey del Este por octava vez?).

LeBron acumula en los playoffs más puntos que Kareem, más asistencias que Jason Kidd, más rebotes que Olajuwon y más robos que John Stockton”. No encuentro frase mejor que esta que escribía Tommy Beer hace unos días en Twitter para reflejar la grandeza de un jugador primoroso que acumula ya 11 barridos en eliminatorias (4-0), más que ningún otro. 34,9 puntos, 9,7 rebotes, 7,8 asistencias, 2,3 robos, 1.9 tapones con un 59,5% de acierto en tiros de campo y un 45,4% en triples registra en la postemporada desde que en junio de 2016 iniciara esa remontada imposible que nunca antes se había dado en la historia de la NBA (los Warriors se quedaron sin el anillo pese a dominar 3-1 la serie). Jugador total que en los playoffs 2017 luce un acierto sencillamente impresionante. El 66% que registra en la pintura mejora el 62% de Shaquille en su mejor temporada en los Lakers. También su 47% en triples es mejor que el 46% de Curry en su, por el momento, mejor curso. Disfrutemos de él ahora que podemos, antes de que nos arrepentirnos de no haberlo hecho.