NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

PACERS 102 - CAVALIERS 106 (0-4)

LeBron sentencia a los Pacers y hace historia con su 10º 4-0

Nadie ha conseguido más barridos en los playoffs en una serie al mejor de 7 partidos que el de Akron. Horrible Paul George en el que puede haber sido su último encuentro con Indiana.

LeBron James es defendido por Paul George.
LeBron James es defendido por Paul George.Joe RobbinsAFP

Los Cavaliers aterrizaban en los playoffs 2017 con dudas. Ocho días después pueden presumir de ser el primer equipo clasificado para la primera ronda. Indiana ha sido incapaz de ganarles un solo partido a los campeones y evitar así su primer barrido (4-0) en contra en una serie al mejor de siete de su historia. Un triple de LeBron James (amo y señor de la serie, una vez más) volvió a otorgar la ventaja a Cleveland (102-103). Ya no lo soltaron pese a la sucesión de errores en los últimos segundos (entre ellos un triple de Paul George que impactó en el tablero). 102-106 y quinto 4-0 consecutivo en primera ronda para LeBron James. Son ya 21 partidos seguidos sin perder en la fase inaugural (la mejor racha desde 1984). Camino de su séptima final, son ya diez los swepts —en series al mejor de siete— para el 'Rey' en la postemporada a lo largo de su carrera. Rompe así un empate en lo más alto de la historia con Tim Duncan (9). No diga playoffs, diga territorio LeBron

La alternancia en el marcador inicial se rompió en el ecuador del segundo partido. Mientras el mal día de su estrella se confirmaba (George firmó un 5/21 en tiros), los Pacers fueron perdiendo fuelle. Además de un destacado LeBron (en su línea una vez más: 33 puntos, 10 rebotes, 4 asistencias, 4 robos y 2 tapones), los de Ohio exhibían mayor fondo de armario. Irving (28 picaba como de costumbre), Deron Williams aportaba desde el banquillo mientras que Kevin Love y Tristan Thompson se mostraban intratables en la pintura: apenas anotaron (11 tantos), pero capturaron 27 rebotes (¡doce de ellos ofensivos!). Cleveland llegó a acumular rentas en torno a la decena de puntos dando una sensación de control absoluto.

Lance Stephenson equilibra fuerzas

Pero entonces, los de Nate McMillan tiraron de orgullo para tirar abajo 13 tantos de renta visitante. George no encontraba la forma de anotar pero no se escondía (15+7+6 y cuatro robos). Tampoco las segundas espadas (Myles Turner, Teague y Thaddeus Young), quienes daban un paso al frente. Mención especial para ese torbellino que es Lance Stephenson (22 puntos partiendo desde el banco). Cuando estuvo sobre el parqué, Indiana compitió de tú a tú a lo largo de la serie. De hecho, la eliminatoria se ha destacado por su igualdad. CJ Miles tuvo en su mano el tiro de la victoria en el primer asalto en Cleveland. En el tercero, Indiana no supo aprovechar 25 puntos de ventaja al descanso. Errores que se pagan muy caros ante un equipo como los Cavs que apenas ha sumado 16 puntos más. Pero suficientes, aunque sea la menor diferencia a lo largo de un 4-0 junto a los Warriors de 1975 ante los Bullets.

Fin de una era

"Aún no he llegado a ese punto. Siguiente pregunta", se limitó a decir Paul George cuando fue cuestionado sobre su deseo de permanecer en los Pacers. Una franquicia que pone el broche a un curso gris del que se esperaba mucho más. En cuestión de tres años Larry Bird ha demolido el último gran equipo que han conocido en Indiana (ese que llegó a dos finales de Conferencia consecutivas poniendo contra las cuerdas a los Heat de LeBron, Wade, Bosh y cía). Desde entonces, incluyendo la grave lesión del alero, los fiascos se han sucedido. Tanto es así que pese a tener contrato en vigor hasta 2019 (del cual podría salirse en 2018), el de Paul George será uno de los nombres que, sin duda, capitalizará los rumores de traspaso en el próximo mercado estival. Su salida se da por descontada dentro de un año, así que ha llegado el momento de que los Pacers obtengan algo a cambio antes de dejarle marcharse gratis. Más que una eliminación (dolorosa), el de hoy en Indinápolis ha sido un partido con aroma a final de una era.