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BULLS 87 - CELTICS 104 (2-1)

¡El espíritu de Garnett despierta a los Celtics! Boston toma Chicago

Un emotivo vídeo del ala-pívot levantó la moral de los verdes para lograr su primera victoria en estos playoffs. Noche para olvidar de Jimmy Butler.
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¡El espíritu de Garnett despierta a los Celtics! Boston toma Chicago
Caylor ArnoldUSA Today Sports

Kevin Garnett dejó Boston en el verano de 2013 junto a Paul Pierce y Doc Rivers. Un adiós que significó el punto y final a una etapa, maravillosa, y el inicio de una nueva en Boston. Solo Avery Bradley ejerce de puente entre ambos equipos. Y a él se dirigió 'The Big Ticket' para hacerle llegar un emotivo vídeo que levantó la moral de un grupo tocado tras el 0-2 y la trágica muerte de Chyna, la hermana pequeña de Isaiah. "Sentí que volvía a estar conmigo en el vestuario", reconocería Bradley tras el inapelable triunfo de los verdes en Chicago (87-104). La vieja guardia al rescate: Once a celtic, always a celtic (una vez que te conviertes en celtic, lo serás para siempre). No hubo un solo jugador que no señalara el discurso de Garnett como el principal motivo de su despertar.

Paradójicamente los de Stevens se beneficiaron de la baja de Rajon Rondo. El base estará ausente entre siete y diez días por una fractura en el pulgar derecho. Un jugador que lee el juego como los ángeles pero cuyo carácter inestable no le ha permitido encontrar aún su lugar en la NBA desde que abandonara los Celtics en diciembre de 2014. Cuando el camino apuntaba hacia una salida de los Bulls el pasado febrero, Hoiberg logró recuperarle para la causa hasta el punto de convertirse en uno de los mayores culpables de la clasificación a los playoffs y en, un discreto segundo plano, ese 0-2 en el TD Garden con el que Chicago bajó a los suelos a un equipo que venía de liderar el Este.

Stevens mueve ficha

Una eliminatoria impregnada de un fuerte aroma emocional por circunstancias ajenas al juego anoche dio un nuevo giro de 180º. Queda por ver si de definitivo. A los de Massachusetts les tocaba mover ficha para evitar un 0-3 que hubiese sido mortal. Así que Brad Stevens decidió apostar por el small ball desde el inicio. Amir Johnson fue el sacrificado del quinteto titular y, tras apenas disputar 6 minutos en los dos primeros envites, Gerald Green ocupó su lugar. Les salió bien la jugada a los visitantes, quienes recuperaron la alegría y la puntería para cerrar el primer cuarto con un 15-33 y 7/11 en triples (17/37 a la conclusión).

Pronto se vio que Jimmy Butler no iba a tener su día. El alero se quedó en 14 puntos (7/21 en tiros), 7 rebotes para -27 para los de Illinois con él en cancha. Pese a no estar físicamente aún al 100%, Dwyane Wade tuvo que echarse el equipo a la espalda. La experiencia es un grado en los playoffs. Y pocos tienen tanta como Flash. El segundo periodo fue justo lo contrario al primero. Muy pocos equipos tienen la capacidad de Chicago y Boston para pasar de lucir piel de lobo a la de oveja (y viceversa) en menos que canta un gallo. Un triple de Mirotic (11+6+3 y 2 robos) cerró el parcial de 26-11 que dejaba al descanso el 41-44 en el electrónico de un United Center con ganas de volver a disfrutar de los playoffs.

Rondo, en el lío de la jornada

Aunque tras la reanudación, el público de Chicago se tuvo que conformar con ver a Isaiah Thomas (16 y 9 asistencias) y Al Horford (18+8+6+4 robos) rompiendo de nuevo y a definitivamente el partido. El base habría regresado al equipo el día de antes tras refugiarse unos horas en Tacoma junto a su familia. Como le recomendó Garnett en el citado vídeo, cambió el chip. Jugó para y por el equipo. El ataque visitante ganó en dinamismo. Y las amenazas se multiplicaron. Cuatro de los cinco titulares anotaron al menos 15 tantos por cabeza. Desde el banquillo, Rozier y Smart se encargaron de aportar gasolina extra. Bradley y Jae Crowder también jugaron un papel destacado. El último fue uno de los protagonistas en el incidente de la jornada. Al convertir un tiro de 5 metros la inercia le llevó hasta el banquillo de los Bulls, donde chocó (¿intencionadamente?) con la rodilla derecha de Wade. El ciclotímico Rondo, quien se encontraba sentado un par de sillas más adelante sacó entonces justo la pierna a modo de zancadilla. Un feo gesto ante el que se excusaría más tarde esgrimiendo que simplemente trataba de estirarse. Mucha casualidad.

Ahora toca comprobar (y esperar) la reacción de los Bulls. Hoiberg debe encontrar la manera de paliar el desaguisado que supone la ausencia de Rondo. Ni Grant ni Carter-Williams aportaron solución alguna esta madrugada. Por su parte, y ya que parece que la sangría en el rebote es un mal tan intrínseco como incurable (52-37 con 8 segundas opciones más para los toros), Boston tratará de mantener viva esa llama prendida por Kevin Garnett. “Nos recordó lo qué significa formar parte de la familia ‘celtic”, zanjó Bradley.