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'Big O', la leyenda de Hoosiers: "Westbrook batirá mis 181"

Oscar Robertson, una leyenda dentro y fuera de las canchas, cree que Westbrook no solo batirá su récord de triples-dobles en una temporada.

'Big O', la leyenda de Hoosiers: "Westbrook batirá mis 181"

En la temporada 1961-62, su segunda en la NBA y con la camiseta de Cincinnati Royals (el embrión de lo que hoy son los Kings de Sacramento), un Oscar Robertson de 23 años jugó uno de las mejores temporadas de la historia de la NBA: ochenta partidos, 44,3 minutos en pista por noche y 30,8 puntos, 12,5 rebotes y 11 asistencias. Promedió un triple-doble y acumuló 41, cifras intocables durante 55 años y hasta que Russell Westbrook (28 años, 80 partidos y dos más por jugar) las ha pulverizado: será el segundo en promediar el triple-doble (por ahora 31,9, 10,7 y 10,4) y acumula 42.

Westbrook, que en veranó alargó su contrato con los Thunder por tres años y 85 millones dólares más, pisa terreno desconocido. Es lo nunca visto y sin embargo todavía puede perder el MVP a manos de James Harden. También Robertson, el mítico Big O, se quedó sin el premio en aquella legendaria 61-62: fue tercero en la votación por detrás de Bill Russell y un Wilt Chamberlain que había firmado el partido de los 100 puntos y promediaba 50,4.

El Gran O, no quiere que a Westbrook le pase lo mismo que a él: “Estoy feliz por él y creo que si no tiene lesiones batirá mis 181 totales. Es maravilloso, habría sido una estrella también en mi época, en cualquier época”. 181 totales: Westbrook suma en su carrera 79 triples-dobles y ya solo tiene por delante al club de los 100: 107 Jason Kidd, 138 Magic John-son y 181 Robertson, otra vez la última frontera.

La leyenda inolvidable de Crispus Attucks

Un base enorme para su época (1,96), el extraordinario Robertson fue doce veces all star y finalmente campeón en 1971, en Milwaukee Bucks y con un Kareem Abdul-Jabbar que todavía era Lew Alcindor. Y antes, en los duros años cincuenta, leyenda de Indianapolis con el instituto Crispus Attucks, la historia del centro segregado, para chicos negros, que sirvió de base para la recordada película Hoosiers y que se convirtió en el primer equipo de un instituto para negros que ganó un campeonato estatal y paseó por su ciudad como ganador… aunque por una ruta recortada a algunas barrios. No fuera a ser que

Robertson fue después un presidente del sindicato de jugadores (NBA Players Union) valiente y comprometido. Bajo su orden llegó el boicot al All Star Game de 1964, que comenzó un puñado de minutos tarde y solo cuando se aceptó que los jugadores pasaran a tener pensión, mejores condiciones en sus garantías médicas o salario por los partidos amistosos. Después Robertson inició la batalla contra la fusión NBA-ABA y en aras de la libertad de mercado. Eran otros tiempos: jugó catorce años y aseguró después que su sueldo total en ese tiempo no llegó al millón de euros.

En 1970 Robertson planteó una denuncia que le enfrentaba, en realidad muy solo, a los equipos. Por entonces veintidós (14 de la NBA y 8 de la ABA). El litigio se alargó hasta 1976, año de la fusión y de un acuerdo que de base sentaba los principios para la desaparición de la reserve clause y el primer embrión de la agencia libre, el mercado en el que los jugadores sin contrato eligen destino. Esa nueva norma llevó el nombre de Oscar Robertson Rule. Seguía existiendo la obligación de que el nuevo equipo compensara al antiguo para que se pudiera completar un cambio de camiseta, pero la nueva senda estaba abierta.