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¿Periodistas fuera de los votos? Muchos millones en juego

En los premios NBA, que se presentarán en una gala por primera vez, no votarán periodistas de los equipos para evitar suspicacias.
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Paul George, uno de los que puede ver cambiar su futuro contrato en función de las votaciones.
David RichardUSA Today Sports

Los premios de la NBA, que este año además se entregarán por primera vez en una gala televisada por todo lo alto (el 26 de junio), están generando más debate que nunca en una temporada en la que las estrellas parecen más estrellas que nunca. ¿Harden o Westbrook para el MVP? ¿Siguen Kawhi y LeBron en la lucha? ¿Será Draymond Green por fin Defensor del Año o le ganará Gobert? ¿Lou Williams, Eric Gordon o Andre Iguodala para Sexto Hombre? ¿Antetokounmpo o Jokic el Más Mejorado? Hasta los premios a Entrenador y Ejecutivo generarán mucho debate, también unos quintetos (primero, segundo y tercero) para los que hay muchísima competencia.

La NBA, en su intento de que esta votaciones sean lo más objetivas posible, ha sacado del proceso de elección a los periodistas vinculados a los medios de cada franquicia. Los que decidirán ahora serán solo los que no tengan ninguna implicación contractual con un equipo. No habrá ningún periodista de las radios y televisiones, tampoco de los blogs y webs asociados a las 30 franquicias NBA.

Se trata de dar más objetividad a los premios pero también de evitar conflictos de intereses que podrían ser peliagudos. La entrada en los quintetos de la temporada, por ejemplo, puede variar las cifras de los siguientes contratos en muchos millones. Así que las lecturas podrían ser complejas y sospechosas tanto en un sentido como en otro. Esto es especialmente obvio con el nuevo convenio colectivo y la aparición de la designated player exception. Según esta, ciertos jugadores podrían firmar contratos máximos (vía extensión o tras pasar por la agencia libre) todavía más lucrativos que los actuales… siempre y cuando cumplan ciertos criterios:

-Si en la temporada inmediatamente anterior entran en uno de los tres All-NBA teams (mejores quintetos de la temporada) o son elegidos Defensor del Año o MVP.

-Si en dos de las tres temporadas anteriores han entrado en los All-NBA Teams o han sido Defensor del Año. O si han sido MVP en una de las tres temporadas anteriores.

-Y siempre y cuando juegue en el equipo que les drafteó o hayan sido traspasados a otro equipo cuando estaban cumpliendo todavía con su contrato rookie.

Los jugadores que entran en esta categoría, y que estén en un rango de experiencia en la NBA de 7 a 9 años, podrán optar al 35% real del salary cap anual, que será la próxima temporada de 101 millones de dólares. Los que tengan más de diez años de experiencia ya podían optar a esa 35% y los que están en seis o menos podían hasta ahora acogerse antes de firmar a la Derrick Rose rule (cinco años con un 30% del cap si ha sido dos veces titular en el All Star, una vez MVP o dos miembro de los All-NBA teams).

No entrar en ninguno de los tres equipos NBA la temporada pasada, en la que las lesiones le hicieron pasar un calvario, le costó a Anthony Davis, por ejemplo, 23 millones en su nuevo contrato. Ahora podría suceder algo similar con Paul George. Si entra en uno de los tres equipos NBA podría firmar un nuevo contrato de 212 millones. De lo contrario, aspiraría a solo cuatro años y 123. Hay 89 kilos de diferencia.

Podría haber suspicacias de todo tipo en los votos de los periodistas relacionados con equipos pero hasta algunos de los que no lo están se replantean la situación por cómo podría afectar su voto a su relación con las propias franquicias y los jugadores y sus entornos.