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MADRID - BILBAO BASKET

"De niños alucinábamos con Luka: '¡Vaya extraterrestre!"

De la Rúa, jugador vinculado del Bilbao (rival del Madrid hoy) y gran amigo de Doncic, relata cómo era el base esloveno en sus orígenes en España.

De la Rúa y Doncic, abrazados en Miribilla
De la Rúa y Doncic, abrazados en MiribillaAitor Arrizabalaga

Daniel de la Rúa de Agustín no deja de ser uno de tantos jugadores jóvenes (acaba de hacer 20 años) que tratan de abrirse hueco en el entramado de categorías inferiores del baloncesto español. Un esforzado base de 1,80 metros, más bravo que alto, que milita en el Zornotza de LEB Plata, aunque pertenece al Bilbao, lo que se conoce por un vinculado. No dejaría de ser uno más en busca de El Dorado de la ACB si no fuera porque se trata de un gran amigo, de los más profundos, de Luka Doncic, la superestrella europea que viene. El 'elegido'.

En el Bilbao-Madrid de la primera vuelta sorprendió la retirada de ambos tras el partido, el esloveno con el brazo en el hombro de Dani, en una actitud muy afectuosa. Se nota que no son solo dos excompañeros, que hay algo más. “Era el abrazo de dos amigos. Es como mi hermano”, confiesa De la Rúa. Y continúa apasionado: “Desde que Luka llegó a España tenemos mucho vínculo. Solemos hablar a menudo y cuando podemos, quedamos, aunque él ahora anda muy liado, claro. Nos hemos apoyado mucho siempre”, rememora el base alcarreño, que jugó y ganó su partido de LEB Plata el sábado por la tarde pero luego cogió el coche para asistir como espectador al encuentro del domingo por la mañana del Madrid ante el Bilbao en el WiZink Center. Doncic y De la Rúa formaban parte del equipo júnior madridista que lo ganó todo antes de dar el salto a profesionales: Torneo de L'Hospitalet, Campeonato de España y Adidas Next Generation Tournament. “Fue un año perfecto, porque el equipo grande se llevó la Euroliga, arrasaba y nosotros soñábamos con llegar alguna vez a ese mundo que parecía tan alejado“, refresca el base. Siete integrantes de aquel equipo de fábula han debutado en Liga Endesa: además de ellos dos, Santi Yusta (Obradoiro), Emanuel Cate (Betis), Jonathan Barreiro (se estrenó en Zaragoza), Samba Thiago (jugó un partido con el Madrid el curso pasado) y Andrés Rico (pisó la élite con GBC).

Los orígenes de Doncic en España aún permanecen frescos para Dani (dos años mayor) aunque ha llovido desde 2012. “Yo entré en el cadete B y él ya estaba en el infantil B. Le mirábamos asombrados: '¿quién es este chaval? ¿de dónde ha salido?’, preguntábamos sin parar. Se le veía un talento increíble. Era un espárrago, muy fino. Llegó y ahora se ha sacado ese cuerpo… es imposible de parar”. Empezó jugando de tres, pero, como ocurre ahora, en realidad podía hacer lo que quisiera y donde quisiera. “Hacía cosas increíbles. Nos contagiaba. Aprendíamos a su lado. Alucinábamos. ¡Vaya extraterrestre! ¿Recuerdas aquella jugada del Buesa pasándose el balón entre las piernas? Pues lo intentaba en cada entrenamiento un par de veces. En un partido casi le sale”, prosigue en su relato emocionado el base de Azuqueca de Henares (Guadalajara). Por desgracia, Dani sabe que no va a poder estar mucho más tiempo compartiendo país con Luka. “Le veo triunfando en la NBA. Yo creo que va a ser número uno del 'draft'. Le bromeábamos con que tendría antes una Liga ACB que el carnet de conducir y mira, fueron dos”.

De la Rúa en Miribilla
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De la Rúa en MiribillaPAULINO ORIBEDIARIO AS

Mientras la vida de Doncic apunta al firmamento, con MVPs, títulos y fama mundial, De la Rúa seguirá tirando de esfuerzo para progresar en pasos cortos. Un día después de cumplir 19 años, éste cumplió el sueño: saltó por fin a una cancha ACB, a falta de tres minutos para el final. Jugó todo ese tiempo, ante el Manresa, pero se quedó sin anotar. Sí lo logró en la jornada posterior, encima en casa y ante el Estudiantes, el 7 de febrero de 2016. “Ya puedo decir que tengo mi triplito en la élite”, presume orgulloso. Formó parte de la selección U20 que se proclamó campeona de Europa de la categoría el verano pasado. Y pudo participar en tres pretemporadas a las órdenes de Pablo Laso y eso no lo olvidará jamás. “Es un técnico que da mucha confianza. Es imposible no aprender a su lado”. También ha tenido tiempo de convivir con Campazzo, otro base pequeño en el que se ve reflejado. “Es un ejemplo a seguir para mí. Mide más o menos lo mismo que yo, es un poco más rápido, un jugón, y un compañero espectacular, como persona de lo mejor que he visto”, constata. Actualmente ayuda en los entrenamientos de los 'Hombres de Negro', pero su vínculo con Miribilla viene de atrás. Actuó con el Bilbao en la Minicopa de 2010. “Cuando me trasladaron la oferta para venir como vinculado, no me lo pensé... ¡era tan fan del Bilbao!”, concluye tajante.