Los Cavs arrollados y LeBron, en una de sus peores noches: ¡-30!

Por primera vez desde el 17 de diciembre, Tyronn Lue ponía de salida a su quinteto titular, por fin con JR Smith (que sigue con claros síntomas de oxidación) ya reinsertado. Después de unos días inflamados por el asunto de los descansos en el Staples ante los Clippers, era de esperar una actuación orgullosa de los Cavaliers, en el punto de mira y que además habían estado antes del partido trabajando en una defensa que básicamente les ha abandonado desde hace demasiado tiempo. El propio Lue aseguró antes del partido que “estaban bien” en referencia a esos problemas defensivos… pero llegó la hora de jugar y los Nuggets anotaron 73 puntos en la primera parte (73-59) y 126 (126-113) totales, el máximo encajado por los Cavs esta temporada en cualquiera de sus ya 24 derrotas (46-24). Con un muy cuestionable 18-17 fuera de su pista y ya con los Celtics a un solo partido (46-26). Solo los Warriors (29-4) son más infalibles en casa que Cavs (como Spurs, 7 derrotas) y Celtics (como Rockets, 9). Así que veremos cómo influye el sprint final por el factor cancha en ese reparto de descansos y esfuerzos que tiene a la NBA con jaqueca y que va a ser un asunto candente en la agenda de estas últimas semanas de Regular Season.

LeBron, después de estar en todos los charcos de la polémica en los últimos días, se quedó en 18 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias… con un -30 en pista, la tercera peor cifra de toda su carrera. Los Nuggets recuperaron a Wilson Chandler a tiempo de usarlo como su perro de presa y el alero respondió a la perfección… y tuvo tiempo de igualar los 18 puntos de LeBron. Neutralizado este, no bastaron los 33 puntos de Kyrie Irving (14 en el tercer cuarto) ni siquiera para mantener la tensión en un último cuarto en el que el big-three se fue rápido al banquillo porque no era la noche. Los Cavs hicieron la goma durante más de medio partido pero los Nuggets les contestaron siempre, golpe por golpe. Sea solo cuestión de actitud o tenga más trasfondo, y lo sabremos en playoffs, el campeón tiene que ajustar las tuercas atrás. En Denver dejaron otro muestrario de desconexiones en el perímetro y falta de comunicación en la zona (donde recibieron 70 puntos) que si no es muy preocupante (todavía) sí empieza a merecer algunas preguntas, o más bien algunas respuestas, a poco más de tres semanas de los playoffs.

Unos playoffs a los que se aferran los Nuggets a pesar de sus dos dolorosas derrotas seguidas ante los Rockets, borradas en parte con este triunfo y la derrota de los Blazers en su pista ante los Bucks: 34-37 por el 32-38 de los de Oregón, un partido y medio de distancia ahora. Cuando las lesiones no afectan demasiado, los Nuggets tienen una plantilla muy larga (siete jugadores por encima de los 10 puntos esta vez), con muchas variantes y un eje claro como Nikola Jokic (16 puntos, 10 rebotes, 7 asistencias), cuya canasta posteando al mismísimo LeBron montó un barullo en las gradas propio de un partido de playoffs. A su alrededor Chandler, Gary Harris (21 puntos), Barton (20), el rookie Jamal Murray (15, con tres triples casi seguidos), el todavía útil Faried (17+9) o un Juancho que jugó 12 minutos (4+4) y se llevó un golpe tremendo de Richard Jefferson en la cara. Y sigue de baja Gallinari. Los Nuggets merecen los playoffs y en este partido dieron un paso importante hacia ellos. Pero siguen con el aliento de Damian Lillard en el cogote, y eso no es para dormir tranquilos, desde luego.