Cousins y Davis aún no son rivales para los Rockets de Harden

"Nadie esperaba que ganáramos el campeonato en nuestro primer partido". DeMarcus Cousins definió de esta forma su debut con los New Orleans Pelicans. El pívot, procedente de Sacramento Kings, jugó su primer encuentro en Luisiana. El mundo estaba expectante y no defraudó a nivel individual, aunque si colectivamente. Los Houston Rockets arrasaron (99-129). Sin miramientos. Con un juego fluido y destructivo, los texanos llegaron a alcanzar rentas de 35 puntos (65-100) con 20 triples y sin la necesidad de que James Harden se exprimiese más de la cuenta (13 tantos y 14 asistencias). Para eso ya estaba otro debutante: Lou Williams. El escolta procedente de Los Angeles Lakers lució en sus primeros 15 segundos con dos triples. Acabó con siete en 25 minutos de juego para 27 puntos. Llegar y besar el santo. "Le dije que jugase y, que si tenía un tiro abierto, lanzase", comentó La Barba.

"Houston es un equipo muy bueno, experimentado, con identidad. Nosotros estamos tratando de encontrar la nuestra. Va a ser un proceso", continuó después del encuentro Cousins, que ya en la primera parte dejó su impronta con 12 puntos, 4 rebotes y robos, y tres asistencias y tapones. Finalizó con un doble-doble (27+14). El primero de una era junto a Anthony Davis, que llegó a los 29. Mucho fuego que en esta ocasión no tuvo premio por el mal cuidado del balón. Alcanzaron las 20 pérdidas.

Siete de ellas de Jrue Holiday. El base no se encontró. Hizo su peor partido de la temporada. "Estuve forzando demasiado y tratando de hacer felices a todos", aseguró. Tiempo y paciencia es lo que necesita NOP para crecer... además de suerte. Algo que Omri Casspi no tiene. El también debutante (estuvo inmerso en la operación Cousins) se lesionó el pulgar y estará entre cuatro y seis semanas de baja.

Con tantos inconvenientes es bastante difícil hacer daño a los Rockets. Houston, la verdad, da bastante miedo. ¿Es un candidato al anillo? Sí. En estos momentos, solo los Warriors pueden frenar a un ataque-estampida tan rápido como eléctrico. Tan demencial como genial. Seis de sus jugadores anotaron al menos un triple. Seis de sus jugadores superaron la decena de tantos. Si no es uno, es el otro, y Williams da una mayor capacidad a una segunda unidad, que ya tenía de serie a Eric Gordon, el campeón de triples en el All Star Weekend. La NBA ha vuelto en serio.