GRIZZLIES 107 - WARRIORS 122

A la tercera y con un Draymond Green histórico: 4+12+10+10+5

Los Memphis Grizzlies de Marc Gasol no pudieron vencer esta vez a unos Warriors que ya viajan a Oklahoma City.

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Tres de tres hubiera sido demasiado... Demasiado para cualquier equipo contra estos históricamente buenos Golden State Warriors. Los Memphis Grizzlies, con su All Star Marc Gasol (17 puntos) a la cabeza (el español fue homenajeado por su tercera participación en el Partido de las Estrellas antes del partido), no fueron capaces de detener a los de Oakland en su tercer enfrentamiento de la temporada y, por lo tanto, cayeron con justicia en un FedEx Forum que no fue la trampa que se esperaba (a 24 horas antes de visitar Oklahoma). El acierto de Klay Thompson (36) y una noche que ya es historia de la NBA de Draymond Green (4+12+10+10+5) fueron demasiado para unos Grizzlies que hicieron la goma mientras pudieron y que acabaron sepultados por el ciclón que son estos Warriors en su mejor versión. Y no lo digo por los 122 puntos ni por el 51% en los tiros. Tampoco por el 45% en los triples, que es una auténtica barbaridad. Los mejores Warriors son los que se implican atrás, los que, perdonen la expresión, bajan el culo en defensa y se impulsan desde allí para matar en el otro lado. En definitiva, los mejores Warriors son los Warriors de Draymond Green.

No era un partido más. Dos veces se habían enfrentado esta temporada y las dos veces acabaron con sonrisa Grizzly. Y más allá: las dos veces los Warriors terminaron cabizbajos, sin saber muy bien lo que había pasado. En Oakland, los de Tennessee remontaron 24 puntos para ganar en la prórroga, y en el primer duelo en Memphis, arrasaron al equipo del 73-9 (+21). ¿Pensaban los Warriors y en especial Durant en el partido de esta próxima madrugada en Oklahoma City? Probablemente. Pero el de ayer tampoco era un partido más...

Klay salió con fuego en los ojos. Anotó tres triples en tres minutos y los 11 primeros puntos de su equipo. Los Grizzlies aguantaron el tipo a base de fuerza y rebote mientras los visitantes ganaban la batalla de las posesiones a través del robo: hasta siete pérdidas cometieron los Grizzlies en los primeros 12 minutos, los mismos balones que robó Draymond Green en los primeros 24 (ya era la mejor marca de su carrera al descanso). El ala-pívot, que con tanto talento alrededor apenas mira a canasta por estas fechas, fue el motor incansable que sujetó a los Warriors y frenó a los Grizzlies. Fue clave en un 8-0 de parcial que los Warriors les devolvieron a los locales justo antes del descanso y que fue, sin duda, determinante.

Los Grizzlies ganaban el rebote (+14 al descanso, +12 al final), pero lo perdían todo por la boca (las pérdidas...). Cedieron hasta 13 posesiones en la primera mitad y 13 fue también la diferencia al descanso, con 15 puntos de un Iguodala importante (22 totales, cuando está acertado en los tiros todo es muchísimo más fácil para los de la bahía: espacios).

Con el +13 de renta y la mente en OKC, los Warriors no tardaron en cerrar el partido. Superaron los 20 de ventaja mediado el tercer cuarto y llegaron con el piloto automático hasta la meta. Algún mate espectacular de McGee, un poco de Durant (24 solo con un poco), otro de Curry (18+5), la expulsión por doble técnica de Fizdale (enfadado con los árbitros por una supuesta diferencia de criterio en los dos lados de la cancha) y el lazo a la exhibición de baloncesto que dio Draymond Green: cuatro puntos, 12 rebotes, 10 pases de canasta, 10 robos de balón (récord franquicia y a uno del récord NBA) y cinco tapones. Primer triple-doble de la historia de la Liga sin superar los 10 puntos para un jugador que hace de todo y todo mejor que bien.

2-1 Grizzlies y cánticos de "¡Vamos Westbrook!" para cerrar la noche. Todos pendientes de lo que ocurra mañana en Oklahoma: el retorno de Kevin Durant.

Los mejores Warriors son los Warriors de Draymond Green.