Anthony Davis promedia, después de un año de pesadilla con los problemas físicos, 29 puntos, 12 rebotes y 2,5 tapones por partido. Pero los Pelicans están 16-26. Después de su irrupción en los playoffs 2015, nada ha ido bien en Luisiana, donde empieza a urgir encontrar jugadores que acompañen a un Davis cuya frustración va en aumento.

Y los Pelicans se mueven. De hecho, intentaron aprovechar el momento en el que Atlanta Hawks parecía tener a todo su roster a la venta: salió Kyle Korver y se multiplicaron los rumores en torno a Paul Millsap. Pero en el caso de los Pelicans, el objetivo era Diwght Howard. De hecho llevan tiempo buscando un pívot de garantías que le haga el trabajo sucio a un Davis que ahora juega muchos minutos como center, pero con un coste en lo físico que la franquicia no quiere asumir. Ni Ajinca ni Asik han cubierto ese rol con garantías. Y desde luego Howard ya no es una gran estrella pero todavía puede hacer trabajo en las zonas, más al lado de un jugador como Davis.

Además, los Hawks no están del todo satisfechos con el pívot, a pesar de que el regreso de este a su Georgia natal fue una gran apuesta tras la marcha de Al Horford. Howard firmó por tres años y 70 millones y está promediando 13,9 puntos, 13,3 rebotes y 1,3 tapones por partido. A un buen nivel para lo que se puede esperar de él a estas alturas. Sin embargo, las conversaciones no fructificaron y después los Hawks replegaron sus impulsos vendedores, Millsap a la cabeza. Pero de aquí al cierre del mercado…