Hervelle "Si la gente me recuerda como un guerrero, perfecto"
El pívot belga del Bilbao Basket, que se enfrenta a su querido Madrid, puede convertirse el año próximo en el extranjero con más partidos ACB si Prigioni o Savané no lo impiden
¿En serio que no piensa en ello? En esa lista hay leyendas…
Es un orgullo, poder haber aguantado tanto tiempo en la Liga, pero tampoco significa mucho, lo que importa son los resultados, los trofeos, lo que se puede conseguir en el equipo.
Y en el Madrid es el tercero en el podio, tras Carroll y…
...¡Loius! (Bullock).
Así es. No le da mucha importancia, pero nadie regala nada y menos, tantos partidos.
No tiene significado. Estoy orgulloso de haber jugado tanto tiempo en los dos mismos equipos, significa que no soy un jugador que pasa, intento involucrarme en la ciudad, el equipo y el club. He vivido dos experiencias muy intensas y estoy feliz por las relaciones que he tenido con la gente en ambos clubes.
¿Cómo le gustaría que le recordasen?
Por los títulos, es lo que impacta a la gente, no el número de partidos.
¿Sólo con títulos se puede resumir una trayectoria tan larga? Me cuesta creerlo, hay algo más.
Bueno, sí, pero te repito que es con lo que se queda la gente. Cuando veo un jugador sé decirte si ha ganado o no. En Bilbao hemos peleado por ganar y me gustaría seguir sacrificándome por eso, o por lograr algún título.
El año pasado Sito Alonso le nombró 'capitán de entrenamientos' (el otro, el del brazalete será para la eternidad Mumbrú). Su trayectoria se resume en: es un guerrero. Es muy simple, ¿no? Habrá algo de baloncesto también…
Sí, algo más, pero si la gente se queda con eso, para mí perfecto. En el fondo tienen razón; cuando juego siempre intento dar el máximo para defender los colores, es lo primordial, puedes estar bien o peor, pero lo innegociable es dar lo que tienes dentro de ti.
¿En qué ha cambiado con respecto a su llegada a España hace 12 años?
En experiencia. Noto cosas físicas, no recupero como antes, antes podía jugar horas y horas. He aprendido a reeducar mi cuerpo y controlar mis excesos. Antes podía hacer las cosas sin pensar cómo me iban a afectar y he aprendido a respetarme a mí mismo y a respetar a mi cuerpo.
¿Qué habría sido de su carrera sin Mumbrú?
Esa es otra de las cosas con las que me quedo. He jugado muchos años en ACB y he tenido la suerte de crear dos amistades, porque con Raúl (López) ha pasado lo mismo. En el Madrid con Llull y Felipe Reyes ocurrió algo similar. No solo se trata de compañerismo. Es más intenso que solo tener un compañero de trabajo, es tener un amigo, cuando mañana se acabe por desgracia el baloncesto para mí, seguiré teniendo su amistad. Con Álex eso va a perdurar siempre. Sin él nunca habría venido a Bilbao, imagínate lo que habría cambiado mi vida, lo que me habría perdido…
Felipe es como un hermano para usted.
Es un ejemplo para cualquier jugador de baloncesto que quiere durar en este deporte. Es constante, le da igual su edad, no se preocupa si tiene 36 o 40 años, lo mismo le pasa a Álex, son tan fuertes mentalmente y tan competitivos que son ejemplo para mí para seguirles, demuestran enorme carácter.
¿Le marcó Boza Maljkovic, el que le trajo aquí? ¿O destaca a algún otro entrenador de los que ha tenido?
Eso lo haré al final de mi carrera, lo valoraré, como hizo Raúl en su día, la valoración de los entrenadores... Ahora tengo un técnico que respeto y quiero respetar hasta el final.
Y ahora que hay europeos a patadas en la NBA, ¿no lamenta no haber probado un año?
Tuve la oportunidad de ir, pero preferí quedarme en el Madrid, porque estaba muy a gusto y competíamos por todo. Lo que sentía era más intenso que iniciar una aventura de ese tipo.
No viene un partido más, llega el Madrid, ‘su’ Madrid…
He vivido seis temporadas muy intensas allí, tengo muchos recuerdos. No sólo es especial para mí, para todos. Queremos medirnos con ellos, jugar bien, es un gran equipo y demuestran que se trata de uno de los mejores de Europa.
Llevan camino de ganar la Liga otra vez.
Sí. Están jugando muy bien, están muy equilibrados en su juego y han hecho un buen cóctel con jóvenes y veteranos.
¿El partido del miércoles en la Eurocup tiene todo el foco por encima de este compromiso?
Estamos centrados en el Madrid, no estamos aún en la Copa y es un objetivo, si llegamos hacer un buen partido, podemos ganar a cualquiera en casa. Es verdad que el miércoles nos espera el Khimki, que no se juega nada, pero Dusko (Ivanovic) es especial. Ha estado mucho tiempo en Vitoria y hay una relación un poco complicada, pero si jugamos como sabemos…
¿Hasta dónde va a estirar su carrera?
No tengo plazos marcados, me queda esta temporada y una más. Al final veré dónde estoy, si sigo teniendo nivel. Mi ambición es seguir creciendo como persona y como jugador. Si veo que no mejoro tendré que tomar la decisión de dejarlo.
¿Se pasará a la dirección como Raúl?
No tengo claro lo que quiero hacer. Es una reflexión dura para cualquier deportista, se dan oportunidades que se tienen que evaluar. Pero no he llegado a ese punto.
En Bilbao ha habido este tiempo muchos cuatros y ninguno le ha hecho sombra.
Mi objetivo no es que nadie me haga o deje de hacerme sombra. Deseo profundamente que Nik (Nikolic) y Borja (Mendia) sean los mejores de los partidos. Si juegan bien, el equipo tendrá más posibilidad de ganar. Somos un equipo y hago lo que puedo para que lo hagan bien. Si estoy 20 minutos en la cancha y ellos 20 o 25, asumiré lo que me toque. En esta ciudad más que en otro lugar lo importante es el equipo, no la persona.