Minnesota quiere ser de Playoffs sin Saunders ni Garnett

La historia de los Timberwolves va unida a la de dos nombres propios: Flip Saunders y Kevin Garnett. Sólo con ellos en la organización (uno al frente del banquillo y el otro en el rol de jugador estrella), la franquicia alcanzó los Playoffs. Lo hizo en una serie de ocho temporadas consecutivas en las que únicamente superó la primera ronda en 2004, año en el que llegaron a la final del Oeste para enfrentarse a los Lakers en una recordada serie (4-2 para los angelinos). Antes y después (son ya doce los cursos sin pisar la postemporada, la mayor sequía en la NBA actual), la nada. Los Wolves debutaron en el curso 1989-90, siendo uno de los cuatro equipos de la expansión que la NBA había anunciado dos años antes. Magic, Hornets y Heat, fueron los otros tres. A día de hoy, únicamente Miami ha conquistado campeonatos (tres, para ser exactos). No obstante, con su creación, la ciudad vio rota una sequía de 29 años sin baloncesto NBA. Los Lakers jugaron en Minneapolis hasta 1960.

A la hora de bautizar a este nuevo equipo se realizó un concurso entre los aficionados del que dos nombres quedaron como finalistas. Pese a las frías temperaturas que en esa zona se registran, el de ‘Polars’ quedó rechazado a favor del de ‘Timberwolves’. No obstante, Minnesota es uno de los estados más poblados por esta especie de lobos gris en Estados Unidos.

Los Wolves únicamente han retirado un dorsal a lo largo de sus casi tres décadas de historia, el ‘2’ de Malik Sealy. Y desgraciadamente, no fue por motivos deportivos. El escolta falleció en un accidente de tráfico en mayo de 2000 cuando acababa de cumplir su primera temporada en el equipo. Se dio la fatalidad que cuando regresaba tras la fiesta de cumpleaños de Garnett, un camión circulando en sentido contrario por una autopista. Precisamente, KG —cuyo ‘21’ acabarán retirando en tiempos venideros— cambió el devenir de la franquicia cuando le escogieron con el número 5 del draft en 1995. Se convirtió en el primer jugador en 20 años en desembarcar en la NBA sin pisar el instituto. El resto de la historia, ya la conocen.

El propietario: Glen Taylor

Este magnate (el año pasado  'Forbes' valoró su fotuna en más de 1.800 millones de dólares), miembro del Partido Republicano y exsenador del estado de Minnesota, es la cabeza visible del baloncesto en Minnesota. No sólo posee los Timberwolves, sino también las Lynx (actuales subcampeonas de la WNBA). Trató de adquirir en 2005 también los Vikings, pero se quedó sin uno de los mejores equipos de la NFL en la actualidad. No se prodiga mucho en los medios de comunicación (pese a que también es propietario del diario 'Star Tribune'), aunque vez en cuando no duda en decir lo que piensa, como los mensajes que se cruzó con Kevin Love en el verano de 2014 tras abandonar este el barco. Un habitual, junto a su familia, del Target Center.

El general manager: Scott Layden

Lleva más de tres décadas ligado a la Liga. Aterriza en Minnesota como asistente de un Thibodeau que además de apostar por él y entrenar es también el nuevo presidente de operaciones de los Wolves. Layden fue general manager en una de las peores épocas de los Knicks (entre 1999 y 2003). El mismo equipo que heredaría Isiah Thomas y que fue calificado por la ESPN como una de las peores franquicias en la historia del deporte. Por el bien de los seguidores de los Wolves, esperemos que haya depurado sus habilidades trabajando estos últimos años a las órdenes de R.C. Buford y Gregg Popovich en San Antonio.

La estrella histórica: Kevin Garnett

Para que se hagan una idea de la importancia de 'The Big Ticket' en Minnesota, valga decir que cuando a él nos referimos lo estamos haciendo del jugador que más partidos ha jugado (970), puntos ha anotado (19.201), rebotes ha cogido (10.718), asistencias ha repartido (4.216 —Ricky es el segundo con 2.309—), balones ha robado (1.315) y tapones ha colocado (1.590) en la historia de la franquicia. Las únicas participaciones de los lobos en los Playoffs han sido con él en el equipo. Su regreso en febrero de 2015 fue el acontecimiento del año en Minneapolis. El líder espiritual y deportivo de un equipo que necesitará superar su retirada.

El momento histórico: final del Oeste 2004

En la mejor temporada de su historia (2003-04), los Wolves lograron el mejor récord de la Conferencia Oeste: 58 victorias y 24 derrotas. En los Playoffs se deshicieron de los Nuggets (4-1) y de los Kings en un séptimo partido en el que el MVP Garnett se fue hasta los 32 puntos, 21 rebotes, 5 tapones, 4 robos y 2 asistencias. En la siguiente ronda esperaban los Lakers del 'Fab Four' (Payton, Kobe, Malone y Shaq), quienes se llevaron la serie por 4-2. Una eliminatoria condicionada por los problemas en la cadera de Sam Cassell y que obligó a que en ciertos momentos Fred Hoiberg y el propio Garnett ejercieran de base. No pudieron llegar a las Finales, pero aquellos Timberwolves (Sprewell, Szczerbiak...) siempre serán recordados.