Miami Heat: la nueva esperanza se llama Justise Winslow
Tras la marcha de Wade y los problemas de salud de Bosh, ya no queda apenas rastro de los Heat campeones. La reconstrucción está en marcha.
Han pasado tres años desde el último anillo de Miami y de aquella plantilla tan sólo quedan el veteranísimo Udonis Haslem y Chris Bosh. El ala-pívot All Star lo tiene cada vez más complicado para volver a jugar por sus problemas de salud, a pesar de su firme voluntad de regresar a las canchas, y sin Dwayne Wade, el corazón de los Heat desde 2003, no hay más referentes en la plantilla.
Todo son incertidumbres en Miami, que también ha perdido a Luol Deng, otro de sus jugadores principales desde la marcha de LeBron James, y Joe Johnson, titular en los meses que pasó en el equipo. No han llegado grandes nombres en el mercado y la única buena noticia ha sido la millonaria renovación de Hassan Whiteside. El pívot, no obstante, está ante un nuevo escenario que le exigirá adoptar los galones de líder del equipo, una situación desconocida para un jugador ignorado por la NBA hasta su inesperada explosión en Miami hace apenas dos años. Mucho trabajo para Erik Spoelstra. El técnico, uno de los mejores de la liga, ha sabido sacar rendimiento a sus jugadores en otras situaciones difíciles, pero el reto que tiene ahora ante sí es mayúsculo, con muchos meritorios en el equipo que deberán que ofrecer más de lo que han dado antes.
Para empezar, Spoelstra tendrá que lidiar con un juego exterior huérfano de jugadores consolidados más allá de Goran Dragic. Ahí, en las posiciones de perímetro, la franquicia espera que Justise Winslow dé un salto de calidad notable y se convierta en un hombre fundamental en su segundo año en la NBA. El potente alero de 20 años jugará en prácticamente todos los puestos y puede ser quien marque el nivel competitivo de los Heat esta temporada. Otros jugadores, como Dion Waiters, Josh Richardson y Tyler Johnson, están ante una buena ocasión de hacerse importantes en la liga. Lo mismo que Derrick Williams, quien aspira al protagonismo que nunca ha llegado a tener en la NBA en su cuarto equipo en seis temporadas, y Willie Reed, un pívot en el que se tienen ciertas esperanzas. El hambre de todos ellos puede ser la mejor arma de unos Heat a los que muy pocos esperan entre los ocho mejores del Este. Por ello, la presión será relativa y eso permitirá a Spoelstra buscar la manera de competir sin demasiada exigencia. Si hay química y Winslow explota, tal vez ganen más de lo que por nombres parecen capaces.