NEW ORLEANS PELICANS | ANÁLISIS
Pelicans: más serios, con MVP y los dedos cruzados
Anthony Davis y Buddy Hield pueden ser un combo interesante de cara al futuro. Los de Gentry siempre esperan a alguien.
Soldados de Anthony Davis. En Nueva Orleans es hora de sentar la cabeza, apretar los dientes y sumar más victorias que derrotas. Una plantilla creada por y para el jefe a la que hay que añadir a un Lance Stephenson que podría ser muy útil en Luisiana (pocos creadores). Sobre todo, teniendo en cuenta las semanas/meses que podría estar de baja Jrue Holiday, que sigue luchando de tú a tú, y chocando, contra la mala suerte (su mujer, embarazada, tendrá que operarse de un tumor cerebral; el base será baja indefinida para cuidar de su familia).
Más allá de las desgracias y las anécdotas, los Pelicans se han convertido este verano en un equipo mucho más serio. Al menos sobre el papel. Las salidas de Ryan Anderson y Eric Gordon (ambos rumbo Houston, el equipo de la defensa inexistente) traerán algún que otro problema en ataque (y en el tiro de larga distancia especialmente), pero deberían ser un gran alivio en defensa. Gran parte del peso ofensivo del equipo caerá sobre los hombros de un Buddy Hield que, sin haber disputado un solo partido en la mejor liga de baloncesto del mundo, se ha encontrado con el cartel de principal anotador exterior. Sus cuatro años de universidad ayudarán, y también la presencia de ball-handlers como Tyreke Evans (si es que vuelve bien... se ha operado de las rodillas tres veces en nueve meses) o el propio Stephenson. Hield, por ahora, para recibir y lanzar. Si tiene que hacer mucho más en su primer año, llegarán problemas en forma de pérdidas y malas decisiones (mucho que aprender aún en ese aspecto).
Refuerzos inteligentes para un equipo con MVP (sin premio aún, claro). Langston Galloway, Solomon Hill, E'Twaun Moore y Terrence Jones ayudarán a solidificar un bloque que está obligado a luchar por la post temporada. El All-Star volverá a Luisiana gracias a la política anti-gay de Charlotte (la ley...), una cita a la que, supongo, no faltará Davis (tres seguidos ya). Quizás el único jugador de la NBA para el que una temporada de +24 puntos y +10 rebotes se considera un 'fracaso' (2015-16). Aspira al cielo, claro. Potencial Top-3 de la Competición.
Todo tiene que girar sobre el ex de Kentucky. Y el equipo parece bien construido para que así sea. Si a Hield no le puede la presión y Stephenson ha madurado algo, con acierto exterior (dentro de las posibilidades del equipo), dientes apretados y un gran Davis (que empieza, además, su gran contrato), los Pelicans podrían ser un equipo peligroso de ese segundo-tercer escalón que se extiende por la Liga. La salud será, como siempre, clave. Ninguno de sus principales espadas fue capaz de llegar a los 70 partidos en la última temporada.
La unión hace la fuerza, dicen. Y los Pelicans parecen preparados para arropar a su líder en un camino que, pese al tropiezo de la última campaña, debería tener final feliz.