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OKLAHOMA CITY THUNDER | ANÁLISIS

Thunder: año uno sin Durant; Westbrook, la esperanza

Ha cambiado todo en Oklahoma City. Tan cerca del anillo la temporada pasada y tan lejos (a priori) en la próxima. Debuta Abrines.

OKLAHOMA CITY, OK - MAY 28: Russell Westbrook #0 of the Oklahoma City Thunder looks on prior to game six of the Western Conference Finals against the Golden State Warriors during the 2016 NBA Playoffs at Chesapeake Energy Arena on May 28, 2016 in Oklahoma City, Oklahoma. NOTE TO USER: User expressly acknowledges and agrees that, by downloading and or using this photograph, User is consenting to the terms and conditions of the Getty Images License Agreement.   Maddie Meyer/Getty Images/AFP
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OKLAHOMA CITY, OK - MAY 28: Russell Westbrook #0 of the Oklahoma City Thunder looks on prior to game six of the Western Conference Finals against the Golden State Warriors during the 2016 NBA Playoffs at Chesapeake Energy Arena on May 28, 2016 in Oklahoma City, Oklahoma. NOTE TO USER: User expressly acknowledges and agrees that, by downloading and or using this photograph, User is consenting to the terms and conditions of the Getty Images License Agreement. Maddie Meyer/Getty Images/AFP == FOR NEWSPAPERS, INTERNET, TELCOS & TELEVISION USE ONLY ==Maddie MeyerAFP

El pasado 4 de julio, un artículo publicado en The Players Tribune provocó un Tsunami. Internet explotó. Los teléfonos móviles ardían en las manos de periodistas y aficionados. Era real: Kevin Durant dejaba Oklahoma City. Y lo hacía para formar, junto a Stephen Curry, Klay Thompson, Draymond Green y compañía, ya no el quinteto, sino el equipo de la muerte. Imagino que muchos lloraron aquella tarde (mañana en EEUU). El cuatro de julio cambió la carrera de KD, cambió la historia de los Thunder, la de los Warriors y también la de la NBA.

Todos los focos sobre Westbrook. Le pega, para qué engañarnos. La próxima temporada (año uno sin Durant), los números del base pueden ser realmente escandalosos. Pero claro, hay que ganar. Los Thunder pasaron en menos de un mes de estar a un solo paso (3-1 ante los Warriors) de volver a las Finales de la NBA, a ser apartados del grupo de favoritos por uno de los suyos. Durant era Oklahoma y Oklahoma era Durant. Pero había mucho trabajo detrás. Tanto que, aun asumiendo el tremendo varapalo, un directo a la mandíbula difícil de encajar, hay que creer en estos Thunder.

No será fácil. Tampoco bonito. Pero la organización ha hecho un trabajo impecable año tras año y ahora, en el momento más complicado de su historia reciente, es cuando veremos los frutos reales de todas esas horas de oficina, de todas esas operaciones. Los mimbres han sido creados con paciencia, tiempo y cuidado. Uno a uno y a mano. Nadie podría reponerse de semejante derechazo, pero si había un equipo en la Liga que podía disimularlo, ese eran (y son) los Thunder.

Con Russell Westbrook como bandera y un grupo sólido y versátil de interiores (Adams, Kanter, Lauvergne, Ilyasova, Collison, Sabonis, McGary), los Thunder ganarán partidos. Falta lanzamiento exterior y miedo en las alas, pero, con el mundo NBA subido en la cresta de la mega-ola Durant, quizás hemos pasado de puntillas por uno de los movimientos más interesantes del pasado mercado: el fichaje de Oladipo es una obra de arte con la firma del inconfundible Sam Presti. El ex de los Magic no solo es el sidekick perfecto para Westbrook. También es una estrella en fase beta que podría explotar en cualquier momento. Uno de los jóvenes más completos de la NBA actual. Será clave.

Evidentemente, no salen reforzados del verano 2016 (no lo olvidarán fácilmente en OKC), pero si aparece un Westbrook maduro y alguien es capaz de meter un par de triples cada noche, los Thunder no van a perder tanto como algunos esperan. Su buena base es un seguro de vida que hay que agradecerle a Mr. Presti. Darán guerra, seguro. Y están a un solo fichaje de conectar con el grupo de cabeza.